La provincia de Miyagui, una de las más devastadas por el tsunami, ya ha comenzado a retirar las toneladas de escombro, en la que se han covertido sus pueblos.
Las imágenes son estremecedoras. En Ishinomaki, se agolpan decenas de mochilas sin dueño a las puertas del colegio. Es lo que se ha podido recuperar en una escuela, dónde no han quedado ni las paredes, ni las ventanas y el lodo lo cubre todo.
El 80% de los niños han muerto o están desaparecidos.
El director del colegio asegura que les ha dicho a los niños que aunque muchos de sus amigos hayan muerto o estén desaparecidos deben seguir adelante.
En esta otra escuela, en Kesennuma, nada se sabe de uno de los alumnos. Aún así han querido celebrar la graduación. Ha sido una ceremonia sencilla y emotiva, a la que muchos han acudido sin el uniforme escolar. El tsunami les ha dejado, a ellos y a sus familias, con lo puesto.
Una de las madres asegura que su casa fue arrasada por el tsunami, pero está feliz porque su hijo se ha podido graduar. Sin embargo, cuando piensa en el amigo que no ha podido hacerlo no puedo evitar ponerse triste.
Casi 20 días después de la tragedia, continúan llegando imágenes impactantes del tsunami.
Un videoaficionado graba como entra la ola gigante en un pueblo de Miyagui. Lo hace parapetado en la última planta de un edificio.
Las imágenes son aterradoras. El agua arrastra todo lo que encuentra, con tal fuerza que los coches y las casas parecen de juguete.
Sólo hacen falta 5 minutos, para que la ola deje sólo devastación.
La cifra de muertos sigue aumentando cada día. Ya son más de 11.000. Otras 17.000 personas continúan desaparecidas y hay 200.000 refugiados.