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La lava del volcán Kilauea ha llegado al Atlántico. La precaución es máxima porque podría contaminar el aire con partículas de cristal fino y ácido clorhídrico causando irritación en pulmones, ojos y piel. Además la erupción ya ha provocado un herido.

El peligro por la erupción del volcán Kilauea se multiplica. Si antes la lava destruía decenas de casas y dejaba miles de evacuados, ahora se enfrentan a gases aún más tóxicos.

Las lenguas de lava han llegado al océano, impresionante imagen que, sin embargo, puede resultar letal.

Hawai suma una nueva alerta porque el contacto de las brasas con el agua provoca una sustancia corrosiva que envía al aire peligrosas partículas de cristal fino y ácido clorhídrico. Todo lo que pueden hacer es mantener alejados a los barcos de una zona y esperar que el viento les sople a favor.

En tierra firme, la última gran erupción del Kilauea lanzó una nube de ceniza a 3000 metros de altura, además un hombre ha resultado herido grave, tras una pequeña explosión de lava que impactó contra su pierna cuando estaba en la terraza de un tercer piso.

La veintena de grietas que se han abierto desde el 3 de mayo siguen escupiendo fuego. Por donde la lava ya ha pasado, sólo queda destrucción.

ALCANZADO POR UNA EXPLOSIÓN DE LAVA

La erupción del volcán Kilauea de Hawái (EEUU) se cobró este sábado su primer herido grave, cuando la lava alcanzó la pierna de un hombre que se encontraba en su balcón en un tercer piso, informan hoy medios locales. La víctima se encontraba en el balcón de su vivienda cuando la lava voló por el aire hasta impactar en la parte baja de su pierna, según explicó una portavoz del condado de Hawái, Janet Snyder, a la cadena de televisión local HawaiNewsNow.

"Le golpeó en la espinilla y destrozó todo de allí para abajo en su pierna", aseguró Snyder. El hombre, que no ha sido identificado, fue trasladado al hospital con heridas graves.

"He oído que la herida en su pierna fue bastante grave", afirmó el administrador de Defensa Civil del condado de Hawái, Talmadge Magno, en declaraciones recogidas por el diario Honolulu Star-Advertiser.

Además, la noche del sábado un río de lava cruzó una autopista y entró en el océano, según informó la Defensa Civil del condado de Hawái, que gobierna la isla donde se encuentra el volcán.

Desde que el volcán Kilauea de Hawái entró en erupción el pasado 3 de mayo, más de 1.700 personas han tenido que ser evacuadas y unas 40 estructuras, docenas de casas y automóviles han resultado destruidos.

Antes de la medianoche del viernes al sábado, el volcán registró una nueva "explosión" que, pese a su corta duración, generó una nube de ceniza de más de 3.000 metros de altura.

El Observatorio de Volcanes de Hawái del Servicio Geológico de EE.UU. (USGS, en inglés) alertó este sábado de que es "posible" que "en cualquier momento" haya "sucesos explosivos adicionales que podrían producir cantidades menores de lluvia de ceniza desplazada por el viento".

"Las emisiones de gas volcánico en la cumbre siguen siendo altas", indicó el observatorio en su página web. Además, sigue fluyendo la lava desde algunas de las 20 grietas que se han abierto en la zona cercana al volcán, que entró en erupción tras varios días de registrarse terremotos de magnitud 5 en la zona.

El Kilauea está ubicado al sureste de la isla de Hawái, que en su extremo suroriental es la mayor del archipiélago y donde viven unas 185.000 personas.