A juicio un octogenario por matar a su mujer de 81 años a martillazos
La Fiscalía solicita 15 años de prisión para el acusado
El hombre creía que "ella tenía una relación extramatrimonial y le iba a abandonar"
La Fiscalía de Madrid solicita 15 años de prisión para un hombre que asesinó a su mujer, de 81 años, tras propinarle varios martillazos.
La Audiencia Provincial de Madrid celebrará el juicio este martes por jurado popular. En el momento del crimen, el homicida sufría un trastorno delirante de ideas persistente y mató a su mujer por celos.
El fiscal, que le imputa un delito de homicidio, sostiene que el acusado actuó "con ánimo de imponer su voluntad" y como manifestación de su poder de control sobre la vida de su pareja, "al creer que ella tenía una relación extramatrimonial y le iba a abandonar".
El acusado, según relata la Fiscalía, la tarde del 15 de junio de 2021 comenzó a discutir con su esposa cuando ambos se encontraban en la cocina de su domicilio en el transcurso de la cual la mujer le dijo que "ella hacia lo que quería".
Así, sobre las 20 horas de ese mismo día, el hombre decidió acabar con la vida de la mujer de forma que cogió un martillo encofrador y de manera "imprevista" y repentina, le propinó un golpe en la cabeza.
La víctima huyó hacia el cuarto de estar y él le volvió a golpear lanzando el mismo martillo en "repetidas" ocasiones. La policía acudió al domicilio tras ser avisada por los vecinos ante los gritos de auxilio que de la víctima. Una vez abrieron la puerta, el acusado confesó el crimen.
La víctima a pesar de haber sido trasladada al Hospital 12 de octubre, no logró sobrevivir.
Delirio celotípico
El acusado, tal y como refleja la Fiscalía, padecía en el momentos de los hechos un delirio celotípico (trastorno delirante de ideas persistente), en el que la capacidad de conocer está conservada pero la capacidad de procesar la información (pensar) recogida a través del conocimiento es patológica.
Así, cualquier decisión que adopte estará "gravemente influenciadas" por ese procesamiento patológico de la información.
Por tanto, añade que "su capacidad de actuar estará asimismo alterada, lo que explica el hecho de que el delirante tiene conciencia de lo que hace, pero su forma de actuar es patológica, ya que se basa en una grave alteración del proceso del pensamiento".
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