Cuatro agentes de la Policía Nacional destacados a las puertas del Tribunal de Cuentas, en la céntrica calle de Fuencarral, lograron salvar la vida de una bebé que se estaba ahogando el pasado 30 de diciembre. La maniobra de Heimlich que le practicaron devolvió el color a la menor que, tras ser atendida con posterioridad por un indicativo médico, recibió el alta allí mismo.
Fuentes del tribunal consultadas por Europa Press han relata que a las 18.48 horas del pasado jueves una mujer se acercó "corriendo y alterada" a las puertas de la sede, frente a la estación de metro de Tribunal. Señalan que gritaba nerviosa que su bebé se estaba ahogando y pedía ayuda.
Los cuatro agentes se dirigieron corriendo hasta el número 79 de la calle Fuencarral donde el bebé, de tan solo dos meses y medio, estaba en brazos de su padre. Dado que se percataron de que estaba amoratado, sin movilidad en el cuerpo, con falta de respiración y claros síntomas de ahogamiento, se afanaron rápidamente en realizar la maniobra de Heimlich y tras varios minutos consiguiendo que el bebé expulsara restos que parecían de mucosidad o leche.
Tras esto, el bebé empezó a tener respiración y a mejorar el color de su piel, señalan estas fuentes. Al tiempo, se llamó al servicio de emergencias de la Comunidad de Madrid y un indicativo del SUMMA 112 se personó para constatar que la niña ya se encontraba bien, con buena respiración y buen color y le dieron el alta in situ.
Los cuatro agentes de la Policía Nacional que lograron salvar la vida del bebé gracias a esas maniobras están adscritos a la Comisaría Especial del Congreso de los Diputados.
Esta maniobra de primeros auxilios consiste en realizar compresiones en la boca del estómago para provocar que el aire de los pulmones salga y genere tos y por tanto posibilite la salida del objeto que esté produciendo el ahogamiento.