Un grupo de personas saboteó este miércoles la seguridad del metro madrileño al tirar a la vez de la alarma de seguridad en trece vagones de nueve líneas en plena hora punta, como forma de protesta por la subida de tarifas desde el próximo 1 de mayo. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha asegurado que sus autores "no se van a ir de rositas".
El sabotaje se ha registrado sobre las 8.30 en las estaciones de Cuatro Caminos (línea 1), Sevilla (2), Argüelles y Embajadores (3), Núñez de Balboa (5), Príncipe Pío, Sáinz de Baranda y Universidad (6), García Noblejas (7), Colombia (8), Príncipe de Vergara y Ventilla (9) y Nuevos Ministerios (10).
El "modus operandi" ha sido siempre el mismo: cuando el tren ha llegado a la estación y ha abierto sus puertas han tirado de la alarma, lo que ha obligado a los conductores a bajarse, comprobar lo sucedido y "rearmar los timbres" antes de seguir la marcha.
Esto ha supuesto retrasos que han afectado a unos 8.000 viajeros de forma directa.
Aguirre ha dicho que estas personas "han puesto en riesgo la seguridad de los viajeros y ciudadanos madrileños", lo que "no puede quedar impune", y Metro de Madrid ya ha puesto las grabaciones a disposición de la Policía y tramitará la denuncia correspondiente.
"No pueden irse de rositas y no se van a ir de rositas, por lo que menos en lo que afecta a la Comunidad de Madrid", ha añadido. La presidenta ha precisado que ahora los madrileños tienen "la suerte de tener una delegada del Gobierno (Cristina Cifuentes) que cree en el cumplimiento de la ley, en cumplirla y hacerla cumplir".
INVESTIGACIÓN Y CONSECUENCIAS LEGALES
Los responsables de Metro han puesto la denuncia correspondiente ante la Policía, que se ha hecho cargo de la investigación.
Mientras que los funcionarios de Metro trabajan en colaboración con efectivos policiales para identificar a los implicados con ayuda de las cámaras de vigilancia del suburbano, Aguirre reclamaba a la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes: "no pueden quedar impunes".
Según Aguirre, poco después de los incidentes tres de los participantes estaban ya prácticamente identificados, si bien a las 19.00 horas la Policía no había efectuado aún ninguna identificación. Según fuentes de la Jefatura Superior, el Grupo XXI de la Brigada Provincial de Información está "analizando exhaustivamente" las imágenes captadas por las cámaras para averiguar quienes han protagonizado una "acción coordinada y muy estudiada".
En la investigación han descubierto que, además de las personas que accionaron los frenos, participaron otras que hacían funciones de vigilancia en el exterior de las estaciones.
La delegada del Gobierno ha explicado que la acción tendrá las "consecuencias legales" que se desprendan del Código Penal; ha calificado la iniciativa de "absolutamente reprobable" y ha dicho que ha causado "trastornos graves" a entre 8.000 y 10.000 personas.
Cristina Cifuentes anunció que ha dispuesto distintos dispositivos policiales en la red del Metro de Madrid para evitar en lo posible que se repitan las acciones de sabotaje.
Para el responsable de Seguridad de Metro, Javier García Cardiñanos, "no se puede comparar un hecho aislado de un vándalo con un hecho coordinado entre al menos trece personas".
"Cuando alguien lo hace como un acto aislado le ponemos la sanción administrativa que corresponde, pero en este caso ha sido una acción coordinada para parar un servicio público", ha explicado Cardiñanos a Efe.
Según este responsable, "nunca había pasado" en el metro madrileño que "se vulnere un sistema de seguridad para parar la explotación de un servicio que utilizan dos millones de personas al día".
El mensaje anónimo que ha informado de los hechos, y que afirmaba que era una acción denominada "Toma el Metro" con la que protestar por la subida de tarifas, aseguraba también que la de hoy es "sólo la primera".