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La candidata del PP a la Alcaldía de Madrid, Esperanza Aguirre, ha propuesto cambiar las ordenanzas municipales que afectan a los establecimientos comerciales cuando "atenten contra el sentido común".

Tras un encuentro con jóvenes emprendedores y asociaciones empresariales del distrito de Salamanca, Aguirre ha asegurado que el Ayuntamiento de la capital "no debe insistir constantemente en las trabas burocráticas" en sus relaciones con los empresarios, sino que ha de "ayudarles" y "facilitarles la tarea".

La también presidenta del PP madrileño ha asegurado que la administración municipal "no está para prohibir a los negocios cosas que el sentido común admite", en referencia a las ordenanzas que regulan, por ejemplo, que "no se pueda poner música en bares y restaurantes".

En su opinión, es "imprescindible" que los cargos públicos se adapten "a los nuevos tiempos" a la hora de legislar y ha anunciado que, de ser alcaldesa de Madrid, "revisará" algunas de las ordenanzas que afectan a empresarios y emprendedores.

En concreto, se ha referido a una de ellas que prohíbe tomar "un fresón o una cereza" en una frutería; otra que impide "tomar una copa en un restaurante después de cenar" o la que no permite al empresario colocar "flores o contraventanas" en las fachadas de los establecimientos.

"Dando al vecino prioridad" y "siempre que no moleste al viandante", Aguirre ha dicho que "hay que permitir" que los dueños de los negocios tengan un mayor margen de maniobra en estas cuestiones.

La expresidenta de la Comunidad de Madrid ha valorado que la zona de Salamanca es "uno de los barrios donde el comercio es más innovador y en el que hay más empresarios jóvenes, que han arriesgado su dinero y han puesto su creatividad e innovación al servicio de su negocio".

La candidata ha parafraseado al empresario americano Henry Ford, fundador de la compañía automovilística del mismo nombre, al decir que "el fracaso es la posibilidad de empezar de nuevo de manera más inteligente", una sentencia que ha dirigido a los emprendedores madrileños que "se han quedado en el camino".

Durante un paseo por el barrio de Salamanca, Aguirre ha visitado algunos negocios de la zona, en uno de los cuales le han agasajado con un par de tomates: "Esto lo puedo aceptar, que no es un cohecho", ha contestado la dirigente del PP.

Además, Aguirre, que ha recogido un par de papeles que se encontraban en el suelo para tirarlos a una papelera, ha recibido un piropo de un viandante: ¡Qué detalle, presidenta!", le ha dicho. La candidata también ha acudido a una tienda de ropa española ubicada en la calle Jorge Juan, donde se ha probado una chaqueta azul marino de 165 euros, un precio que no le parece "tan barato", ha comentado Aguirre.