El consejero de Presidencia, Justicia e Interior, Francisco Granados, ha convocado a los sindicatos a una reunión de la Mesa General de la Función Pública para "negociar la reducción de los liberados sindicales", ha confirmado el propio Granados en los pasillos de la Asamblea de Madrid.
La Mesa General de la Función Pública, que previsiblemente se reunirá el próximo viernes, está formada por tres representantes de CCOO, tres de UGT, y otros tres de CSIT-UP.
A la reunión, que presidirá el consejero Granados, acudirá además un representante de la Secretaría General Técnica de cada Consejería.
Francisco Granados, que ha asegurado que no contempla la posibilidad de "no alcanzar un acuerdo" sobre este asunto, propondrá reducir de 3.500 a 1.490 los "liberados" sindicales en la administración autonómica, de forma que los 2.010 restantes se "reincorporarán a su puesto de trabajo".
Además, rebajará las horas por delegado de 75 a las 40 mensuales que marca la ley estatal. Para ello se acogerá al artículo 38 de la Ley del Estatuto del Empleado Público, aprobada por Zapatero en 2007, y al que el ejecutivo central se acogió para rebajar el sueldo a los funcionarios.
Según ha explicado, 1.490 son los "elegidos por los trabajadores en las elecciones sindicales", mientras que el resto son consecuencia de "abusos" o de "acuerdos adoptados por encima de la ley en época de bonanza económica".
Como ejemplo de esos abusos ha puesto el de aquellos que "nunca se han presentado a unas elecciones sindicales", pero que "quitan horas a los liberados elegidos por los trabajadores y las acumulan".
El consejero ha afirmado que 1.490 sindicalistas liberados son "suficientes para defender con eficacia el derecho de los trabajadores" y se ha mostrado convencido de que los sindicatos "estarán a la altura de las circunstancias, en este momento de crisis en el que se ha pedido un esfuerzo a todos".
Aunque ha insistido en su voluntad de llevar a cabo este ajuste a través de un acuerdo, Granados ha reconocido que el Gobierno regional "podría aplicar la medida, si no hay acuerdo".
Por su parte, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha señalado que espera que los sindicatos "sabrán estar a la altura de las circunstancias" y aceptarán el recorte de liberados.
"Estoy convencida de que serán los propios sindicatos los que sabrán estar a la altura de las circunstancias y aceptar que la nueva ley, el nuevo Estatuto Básico del Empleado Público, prevé una serie de cuestiones que hay que adoptar también en la Comunidad de Madrid", ha manifestado en respuesta al discurso pronunciado por el portavoz de IU en la Cámara, Gregorio Gordo.
La jefa del Ejecutivo madrileño ha precisado hoy que "cumplir la ley en tiempos de crisis no es excesivo". "Parecido a lo que ocurre con el asunto de los liberados sindicales. En tiempos de bonanza se pueden tener mayores holguras, pero cuando llega la crisis y hay una nueva ley...", ha concluido.
Por su parte, el portavoz de IU, Gregorio Gordo, ha criticado que Aguirre piensa que los liberados sindicales son "una suerte de desarrapados".
"Usted se cree que son una suerte de desarrapados a los que les dan permiso para tocarse las narices. Tenga un poquito de respeto a los que trabajan muchas horas para defender a los trabajadores, como así lo manda la Constitución", ha reclamado Gordo.
En la misma línea, la portavoz socialista en la Asamblea de Madrid, Maru Menéndez, ha acusado a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, de sufrir dos "fobias", una contra los sindicatos de clase y otra contra el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que coinciden con sus "dos pasiones".
"Su fobia hacia los sindicatos sólo es comparable con su fobia a Zapatero. Señora Aguirre, sus dos fobias, mis dos pasiones", ha señalado. "Señora Aguirre, nunca ha habido 2.000 liberados en la Comunidad de Madrid, lo grave es su obsesión por las organizaciones sindicales de clase", le lanzó.