Alcobendas ha aprobado una nueva ordenanza de limpieza y recogida de servicio enfocada a “hacer una ciudad más sostenible, con menos desechos y mejor reciclados”, que, entre otras cuestiones, obligará a los dueños de perros a recoger sus excrementos y, como novedad, a limpiar sus orines de la vía pública, debiendo limpiarlos con agua o productos especiales.
Asimismo, especifica que las deposiciones se deberán recoger “inmediatamente” y tirarlas en bolsas cerradas en las papeleras, según indica el Consistorio en una nota.
La norma ha contado con la participación de la ciudadanía en una consulta abierta, en la que una de las propuestas más repetidas fue la de “concienciar a los dueños de perros de no ensuciar las calles”.
Por otro lado, el texto aprobado se adapta a la normativa ambiental existente y a la “nueva realidad social”, de forma que considera que la limpieza y la recogida de residuos es “una parte esencial de la protección ambiental”, por lo que recoge los nuevos conceptos de residuos y, por primera vez, diferencia entre el residuo domiciliario y el comercial.
Además, en el texto se apela a la “responsabilidad y cooperación” de la ciudadanía para contribuir al reciclado de los residuos, y establece la obligatoriedad de la selección en origen de las distintas fracciones recuperables y su depósito en los contenedores habilitados.
Con ello, se pretende potenciar la recogida selectiva, minimizar el porcentaje actual de impropios en algunas fracciones y evitar que se produzcan mezclas de desechos no recuperables.
La concejala de Medio Ambiente, Cristina Martínez, defiende que el nuevo texto trata de “contribuir más a la economía circular, generar menos residuos y reciclar mejor”; mientras el alcalde, Rafael Sánchez Acera, sostiene que la ordenanza recoge supuestos “que ocurren en la vida cotidiana” para facilitar que todos los vecinos contribuyan a “mantener la ciudad limpia y a ser más sostenibles”.