A la tercera puede ir la vencida. Será la tercera ocasión en la que el Ayuntamiento de Madrid diga no al proyecto de crematorio de Parcesa en su tanatorio de la M-40. Tras el rechazo vecinal, las movilizaciones, la judicialización del conflicto y la posición del consistorio parece que la incineradora no se construirá.
Tres alcaldes distintos, tres intentos y tres negativas. Ni con Álvarez del Manzano, ni con Manuela Carmena y tampoco con Martínez-Almeida.
El Ayuntamiento ha comunicado a los representantes vecinales de Usera que la actividad solicitada por la empresa funeraria choca con la normativa medioambiental tanto municipal como de otras administraciones.
En 2016 Cibeles denegó a la empresa Parcesa Parques de la Paz, S.A., una licencia para la instalación del incinerador. La empresa recurrió y el Tribunal Supremo ha obligado ahora al Consistorio a dictar una nueva resolución al considerar que no justificó adecuadamente la emitida hace cinco años. Y el Ayuntamiento ha avanzado que no concederá la licencia.
En Madrid, la Ordenanza Municipal de Protección del Medio Ambiente de 1985, en su artículo 52.3, exige una distancia mínima de 250 metros desde “el foco de emisión a viviendas o lugares de permanencia habitual de personas”, lo que este crematorio incumple de manera clara, según los vecinos.
El mismo Tribunal Supremo en 2011 ya consideró que la actividad era insalubre y molesta. Y la Comunidad de Madrid paralizó recientemente los planes de otro crematorio en San Sebastián de los Reyes.
Ahora en Usera y Villaverde esperan que el proyecto quede definitivamente enterrado pero no desconvocan las movilizaciones previstas para octubre.