Los vecinos del distrito madrileño de Ciudad Lineal, donde actuó el presunto pederasta detenido en Santander, han recibido la noticia con alegría y alivio y esperan ahora de la justicia un castigo adecuado para el hombre que los ha mantenido en alerta durante seis meses.
En declaraciones a Efe, Angelines, que tienen un hijo adolescente, ha calificado como "fantástica" y "maravillosa" la noticia de la detención de una persona que es un "chiflado" y ha dicho que "debería tener más castigo del que va a tener" y que la ley tendría que ser "más contundente" en estos casos.
Adolfo ha afirmado que es "estupendo que un señor como ese ya no pueda salir a la calle" e incluso ha propuesto que "le cuelguen en la plaza Mayor o le sienten en la silla eléctrica". Juan, un inmigrante latinoamericano que reside en el barrio desde hace años y que tiene hijos pequeños, ha expresado su "alegría" por la noticia pero ha advertido de que "hay que seguir con la precaución".
Un grupo de profesoras del colegio concertado Nuestra Señora del Buen Consejo han señalado que han recibido la noticia con "alegría" y han asegurado que para la zona es "un alivio y una tranquilidad", aunque creen que en principio el centro mantendrá la vigilancia que estableció desde el inicio del curso en la entrada y salida de los alumnos.
Estas profesoras han comentado que en el barrio se han vivido estos meses con "preocupación" y con "precaución", siguiendo las pautas dadas por la policía, pero que "tampoco se ha notado la psicosis que se ha dicho" y "la gente intentaba hacer su vida normal".
Un alumno de este mismo centro, Kiko, de 16 años, que tiene hermanos pequeños, ha asegurado que "daba cosa salir de casa, sobre todo solo", y que la "preocupación" continúa porque seguro que "habrá más" personas como esta. Su compañera Claudia, de la misma edad y también con hermanos pequeños, ha reconocido que es una "tranquilidad" que hayan detenido al supuesto pederasta, que "se lo merece".
Cristina, que trabaja en el barrio, se ha declarado "encantada" y ha propuesto que al detenido "se lo den a los padres", porque "la justicia no sirve". En el mismo sentido se ha manifestado Teresa, que ha opinado que "la justicia no funciona" pero en cambio ha destacado el trabajo de "chapó" de la policía, que "con las pocas pistas que tenía ha trabajado muchísimo" y además "ha estado totalmente pendiente", con una continua presencia en la zona.
Teresa tiene ganas de ver la cara del detenido para ver si es el mismo hombre que un día se mostró desnudo ante ella desde un coche en una de las calles de la zona, igual que Ana, titular de una farmacia del barrio, que un día llamó a la policía porque un hombre acudió con cuatro recetas de médicos diferentes a por sedantes que pueden utilizarse con niños. "Parece mentira la cantidad de trastornados que hay", ha apuntado Teresa.