Amina, el ejemplo de que donar una casa es posible y puedes cambiar la vida a muchas personas

  • Aumenta tanto el número de personas que deciden hacer un legado solidario como la cantidad de dinero recaudado
  • No solo es posible donar cantidades en metálico; también se contemplan obras de arte, joyas, valores, vehículos, inmuebles...
Amina es una de las personas beneficiarias de los centros de acogida de la Cruz Roja
Amina es una de las personas beneficiarias de los centros de acogida de la Cruz Roja |Cruz Roja

Requiere una profunda reflexión decidir a quién dejar las pertenencias que hemos ido atesorando, fruto de toda una vida de sacrificio y dedicación. Lo que normalmente todos sabemos es que tenemos que acudir necesariamente a un notario para formalizar legalmente nuestras últimas voluntades.

Lo que no todo el mundo sabe es que el beneficiario de nuestro legado también puede ser una organización, fundación o ONG dedicada a fines humanitarios, contribuyendo con ello de por vida al bienestar social. Al bienestar de todos.

Esta fórmula cuenta cada vez con más éxito. Aumenta progresivamente tanto el número de personas que deciden hacer un legado solidario, como la cantidad de dinero recaudado, alcanzado en 2021 la cifra de 40 millones de euros, un 31% más respecto 2020.

Pocos sabemos también que la naturaleza del legado puede ser variada. No solo es posible donar cantidades en metálico, también se contemplan obras de arte, joyas, valores, vehículos, inmuebles… o todo aquello que tenga un valor material o funcional para la organización que lo recibe.

UN EJEMPLO SOLIDARIO

Buen ejemplo de ello es la vivienda de la calle Francisco Santos (Madrid) que fue donada a través de un testamento solidario a Cruz Roja en 2016. Esta casa fue la primera que se incorporó al Programa de Atención Humanitaria de la organización, como Centro de Acogida Integral para personas en situación de extrema vulnerabilidad.

Inicialmente su finalidad fue dar amparo a las mujeres inmigrantes que arriesgaban su vida en patera para alcanzar cualquier punto de las costas españolas.

Sin nada en el bolsillo más que sus ganas de empezar una vida digna y sin nadie al que poder acudir, son un colectivo especialmente vulnerable, al tratarse de potenciales víctimas del tráfico de personas o de abusos sexuales.

Un equipo de Cruz Roja trabaja en un campamento de acogida / Cruz Roja
Un equipo de Cruz Roja trabaja en un campamento de acogida |Cruz Roja

Amenazas acentuadas por un nivel de alfabetización notablemente inferior al del hombre inmigrante.

En el Centro de Francisco Santos el equipo de Cruz Roja se llevan a cabo todo tipo de talleres y actividades que facilitan la inserción de estas mujeres en nuestro entorno, empezando por la enseñanza de nuestro idioma.

Se realiza un trabajo sostenido en el tiempo que se ha venido consolidando desde 2016, no solo en el propio espacio habitacional, sino también en el vecindario.

AMINA, RESCATADA EN EL MAR

Amina es una de las beneficiarias del centro. Arribó con una patera, junto a sus dos hijos y su marido, a las costas de Cartagena (Murcia) en 2021, procedente de Argelia. Y tuvo suerte, por muchos motivos.

Su historia en nuestro país empieza con el rescate en el mar por parte de Cruz Roja, que la asistió aliviando las secuelas físicas y psicológicas que deja una travesía de esta índole.

Posteriormente fue trasladada con su familia a un dispositivo gestionado por Cruz Roja en la calle Atocha (Madrid), y de ahí, a la casa de acogida de Francisco Santos, donde estuvo un año y dos meses.

"Si no es por Cruz Roja, no sé qué habría sido de nosotros"

En todo este tiempo aprendió a hablar español, a saber lo básico para poder moverse en un entorno totalmente desconocido, y lo más importante, a recuperar la confianza en sí misma.

"No solo es un lugar donde te dan de comer y puedes dormir. Es un lugar donde sientes el apoyo de un equipo que te ayuda para que puedas empezar una nueva vida". "Si no es por Cruz Roja, y por todas las personas que facilitan su actividad, no sé qué habría sido de nosotros", nos cuenta Amina en una entrevista cara a cara en la que se hace evidente su gratitud.

"Hoy todavía recordamos aquella casa como nuestro propio hogar. Los niños siguen hablando de ella con mucho cariño", añade.

Un equipo de Cruz Roja asiste a un grupo de personas que acaban de arribar en una patera a las costas españolas / Cruz Roja
Un equipo de Cruz Roja asiste a un grupo de personas que acaban de arribar en una patera a las costas españolas |Cruz Roja

Amina y su familia compartieron esta casa de cuatro habitaciones con otras personas en circunstancias similares.

El coordinador del centro nos cuenta que el tiempo de estancia medio depende de las necesidades de los nuevos ocupantes y sobre todo del número de personas que ya lo habitan.

"Al principio llegaban madres con hijos menores. Tal fue la demanda que tuvimos que poner en marcha dos nuevos centros. Entre 2020 y 2022 las estancias se alargaban cada vez más, permitiendo un trabajo más profundo con las familias y la educación de los menores".

"A partir de entonces empezó a cambiar la procedencia de los beneficiarios, siendo cada vez mayor el porcentaje de marroquíes y argelinos. En 2023 el perfil de ocupantes cambió a hombres ya que representaban la gran mayoría de las llegadas", nos cuenta.

Más de 400 personas lo han convertido en su hogar

Desde que llegó a Cruz Roja la donación de este inmueble de la calle Francisco Santos, más de 400 personas lo han convertido en su hogar, aprovechando como nadie sus actividades, talleres y enseñanzas.

Sabiendo que era una nueva oportunidad que el destino les regalaba. En total 400 vidas rehechas. 400 formas de seguir avanzando, de recuperar la ilusión y la esperanza en un futuro mejor, más digno, con la consecuente aportación a nuestra sociedad.

EL PROCESO TESTAMENTARIO

Laura Navacerrada, directora del área legal de Cruz Roja en la Comunidad de Madrid, asegura que “desde el momento en que se nos notifica que recibiremos un legado, nos ponemos en marcha para poder legalizar la situación, y poder disponer de estos recursos lo antes posible.

Entendemos que este el deseo principal de cualquier persona que hace un testamento solidario es permitir que otras personas disfruten de sus bienes para que puedan tener un presente y futuro mejor, y esa es nuestra labor como organización”.

Todo esto, que no es poco, es en lo que se puede transformar un legado solidario. Unos 50 euros, el dinero que cuesta hacer un testamento ante Notario, con el asesoramiento de Cruz Roja si fuera necesario, nos separa de ello. Al menos, es para pensarlo.

Puede tener más información sobre testamentos solidarios en: https://testamentosolidario.contigocruzrojamadrid.com/