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El fundador y presidente de la ONG Mensajeros de la Paz, el padre Angel García, se ha llevado a la playa a 30 de las 400 personas sin hogar que atiende diariamente en la iglesia de San Antón, abierta 24 horas porque, según ha indicado, aunque lo básico sea darles un techo y comida, también tienen derecho a ir a la playa. En este sentido, el sacerdote anima a los ciudadanos a ir más allá de dar de comer a un pobre, llevándoselos de vacaciones o buscándoles un puesto de trabajo.

"Creemos que esto es superfluo pero a veces no es solo sentar a un pobre en tu mesa, es llevarlo de veraneo contigo, buscarle un hueco en la empresa para que pueda trabajar, que tenga una mano amiga, alguien que le acaricia y mira a los ojos", subraya el padre Angel en declaraciones a Europa Press mientras emprenden el camino de vuelta de Santander donde las 30 personas sin hogar que le acompañan han podido pisar la arena y bañarse en el mar por primera vez en más de 20 ó 30 años.

En su destino, el grupo ha sido recibido por el presidente de Cantabria, Miguel Angel Revilla. Allí les han regalado unas camisetas del Año Santo 2017 y unas toallas de playa. Los bañadores ya los llevaban puestos y el buen tiempo les ha acompañado.

"Han sido unos días estupendos, ha hecho un tiempo maravilloso, lo hemos pasado muy bien. Me apetecía mucho ir al Cantábrico", explica Guillermo, una de las personas sin techo que han podido disfrutar de esta iniciativa que la Iglesia de San Antón ha organizado por primera vez pero que repetirá en próximas ocasiones. Guillermo, que no se acuerda de la última vez que había visto el mar, apuesta por que se multipliquen los proyectos de este tipo.

El padre Angel tomó la idea del Vaticano, donde el limosnero del Papa, monseñor Konrad Krajewski, acompañado por algunos gendarmes vaticanos lleva dos veces a la semana al mar a un grupo de personas sin hogar que duermen en las inmediaciones de la Plaza de San Pedro, según informó el diario italiano 'La Stampa'. Krajewski les lleva en su furgoneta y siempre concluyen la excursión con una pizza, a la que invita el Papa Francisco.

"Copiando un poco esa idea --señala el padre Angel-- les compramos unos bañadores y dijimos: '*por qué no vamos a poder ir nosotros? o es que solamente van a poder ir Rajoy y Sánchez a la playa?'". Su visita, en lugar de con una pizza ha concluido con un desayuno buffet en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

TAMBIÉN TECHO Y COMIDA

El sacerdote español asegura que ha sido "una experiencia enriquecedora" porque supone que unas personas que han vivido o incluso siguen viviendo en la calle, en un cajero o debajo de un puente, puedan pasar unos días de normalidad. Además, estas personas también reciben alimentos y techo cada día gracias a la parroquia de San Antón, abierta 24 horas.

Precisamente, el padre Angel sabe que a su llegada a Madrid se encontrarán en la puerta de la iglesia una fila de más de 200 personas, las que cada día acuden al templo para tomar un gazpacho, un bocadillo y una fruta. En total, al día pueden acudir a por este sustento más de 400 personas. Por la noche, aunque algunos se cobijan aún en los bancos de la iglesia, el padre Angel intenta junto al Samur buscarles un alojamiento.

Para el sacerdote, en la sociedad existe un problema de impasibilidad ante las necesidades de estas personas. "Hay que seguir anunciando y denunciando que esta sociedad no puede quedar impasible ante los problemas de los sin techo, de quienes no tienen una cama, unas llaves ni una ducha", insiste.

Mientras esta situación cambia y la sociedad se conciencia, el fundador de Mensajeros de la Paz seguirá atendiendo las invitaciones del Papa Francisco para que su iglesia sea "hospital de campaña" y vaya a las periferias.