Aplazado el juicio al hombre que contagió el sida a su pareja

El juicio a un hombre acusado de contagiar el sida a una mujer que fue su pareja, a la que no avisó de que tenía la enfermedad, y que iba a celebrarse hoy en Madrid, ha quedado aplazado al 5 de febrero, al no poder asistir la letrada de la defensa.

Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Madrid han informado a Efe de que la letrada ha comunicado que no podía asistir al juicio porque se encuentra en el extranjero, por lo que se ha asignado una nueva fecha para la vista, que se celebrará el próximo 5 de febrero.

El hombre, Iván G.C., enfermo de sida, que contagió a su pareja, una mujer con la que tuvo relaciones sin advertirla de que era portador del virus y que ahora sufre la enfermedad, se enfrenta a una petición fiscal de once años de cárcel y dieciocho años de alejamiento de la víctima.

El acusado se sentará en el banquillo por un delito de lesiones, ya que, según el Ministerio Público, tenía perfecto conocimiento de que era portador del virus del VIH puesto que seis meses antes de iniciar la relación dio positivo en una prueba que se hizo.

La Fiscalía solicita para el acusado una pena de once años de prisión y la prohibición de aproximarse a su víctima, a su domicilio o a cualquier lugar donde se encuentre durante dieciocho años. También pide la prohibición de comunicarse a la mujer por cualquier medio durante todo este tiempo.

Iván G.C. comenzó una relación con esta mujer en diciembre de 2012 y en ningún momento le comunicó que era portador del VIH, manteniendo múltiples contactos sexuales sin utilizar nunca preservativo ni medida profiláctica alguna, según el escrito de la Fiscalía, que indica que no lo hizo "a pesar de ser plenamente consciente de la alta probabilidad de contagio".

Así, la mujer presentó a finales de enero de 2013 unos síntomas por los que fue al médico y le fue diagnosticada la misma enfermedad.Como consecuencia del contagio y de haber contraído la enfermedad, la mujer presenta un cuadro ansioso-depresivo, problemas de concentración, reducción de la energía y de la libido, alteraciones del sueño, además de una ideación suicida significativa y otras secuelas.