El vigésimo-quinto aniversario del fallecimiento del compositor Joaquín Rodrigo -el 6 de julio de 1999- será conmemorado el sábado en Aranjuez con el descubrimiento de una placa y con un concierto que ofrecerá la Banda de la Escuela Municipal de Música Joaquín Rodrigo.
Joaquín Rodrigo Vidre, invidente desde los tres años a causa de la difteria, murió en Madrid en esa fecha, 97 años después de su nacimiento, el 22 de noviembre de 1901 en la ciudad valenciana de Sagunto.
El compositor, autor del Concierto de Aranjuez, será recordado el sábado en esta ciudad, conocida en el mundo gracias a la obra de este músico, en un homenaje promovido por la Fundación Victoria y Joaquín Rodrigo.
Esta entidad, que conserva los documentos atesorados por el matrimonio Rodrigo a lo largo de más de sesenta años y fundada por Cecilia Rodrigo, hija única del matrimonio, informa este miércoles de que celebrará el acto institucional del sábado próximo en Aranjuez.
A las 20:15 horas, en Calle Infantas con Stuart, tendrá lugar el Descubrimiento de una placa conmemorativa, y a las 21:30 horas en la Plaza de la Constitución intervendrán el alcalde de la ciudad, Miguel Gómez, y Cecilia Rodrigo.
Después, la Banda de la Escuela Municipal de Música Joaquín Rodrigo ofrecerá un concierto homenaje al compositor en el que interpretará obras de J. van der Roost, Elgar y el adagio del "Concierto de Aranjuez", de Rodrigo.
También se podrán escuchar las piezas otras piezas de Rodrigo y de Pablo Luna, Francisco Alonso, J. Barry y Federico Moreno Torroba.
Entre la extensa producción de Joaquín Rodrigo hay obras para piano, guitarra, orquesta, vocales, ballets, zarzuelas y corales, y también composiciones utilizadas como fondos musicales en varias películas.
El 27 de junio de 1992, Rodrigo dejó una anécdota para los alumnos del instituto de bachillerato que fue inaugurado con el nombre del compositor en el distrito madrileño de Vicálvaro.
Rodrigo había sido invitado al acto de inauguración pero nadie esperaba que él -por motivos de salud- apareciese por allí.
Pero lo hizo y ante la sorpresa de los alumnos y de los profesores -las autoridades invitadas no asistieron- el compositor se sentó ante un piano desvencijado y tocó dos piezas: una "Pastoral" y luego el "Concierto de Aranjuez", con lo que, según la crónica periodística de aquel día, hizo llorar de emoción a la mayoría del personal presente.
El día de su fallecimiento el Ayuntamiento de Aranjuez decretó tres días de luto oficial como "muestra de dolor" por la muerte del compositor.