El Arco de la Victoria, en un estado lamentable
El monumento más representativo del madrileño distrito de Moncloa-Aravaca, El Arco de la Victoria, se encuentra en una situación lamentable, con escaleras y suelo en mal estado por falta de conservación y gran cantidad de basura (latas, señales de tráfico, sillas y tablas de skate rotas) en sus inmediaciones.
Según han informado a Europa Press fuentes del Consorcio de Transportes, de quien depende su mantenimiento, procuran tenerlo en "las mejores condiciones" pero es "complicado" ya que hay "grupos de gente que se suelen juntar allí, al ser una zona retirada de la vista".
A raíz de las obras de ampliación del intercambiador de transportes de Moncloa, la Universidad Complutense de Madrid (UCM) firmó en 2006 un convenio con el Consorcio Regional de Transportes mediante el que se establecía que las tareas de conservación del monumento recaían en la entidad dependiente de la Consejería de Transportes o, en su defecto, en la sociedad adjudicataria del concurso de gestión del intercambiador.
Pese a que el interior del intercambiador "se limpia a diario", desde el Consorcio admiten que se ha podido "acumular" suciedad porque la operativa diaria "no pasa por ahí".
En marzo de 2017 el Consorcio Regional de Transportes anunció que destinaría una partida presupuestaria para reparar la docena de escalones que dan acceso al Arco.
UN ARCO DE 40 METROS DE ALTURA Y MUCHA HISTORIA
El Arco de la Victoria es obra de los arquitectos Modesto López Otero y Pascual Bravo Sanfeliú, en conmemoración de la victoria del ejército nacional sublevado en la Guerra Civil, durante la batalla de Madrid.
Los 40 metros de altura y sus ocho plantas fueron inaugurados en 1956. Está formado por muros de hormigón en masa con cuerpo central de hormigón, revestidos de granito.
Sus esculturas representan unas victorias aladas, obra de José Ortells López, en la clave del arco, y unas cuádrigas en la parte superior, obra de Ramón Arregui. Hay bajorrelieves neoclásicos en el friso que evocan las virtudes académicas, y militares. Tanto los frontispicios como los medallones llevan inscripciones relacionadas con los sucesos de la batalla de Madrid.
En 1987 se realizaron los últimos trabajos integrales de limpieza y restauración del arco.
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