Fuerte dispositivo policial para evitar altercados por la concentración a favor de Pablo Hasél

La marcha ilegal convocada por simpatizantes de Pablo Hasel se ha dispersado con una fuerte tensión y un amplio despliegue y vigilancia policial para evitar que se repitan los violentos altercados del pasado 17 de febrero, con 19 detenidos y 55 heridos, entre ellos 35 agentes de policía. Además de considerables detrozos. Numerosas unidades policiales controlan en la calle Alfonso XII que vayan saliendo en grupos muy pequeños y en diferentes direcciones al término.

Cerca de un millar de personas se concentraban poco después de las siete y cuarto de la tarde en la plaza de Carlos V en una acción que no ha sido comunicada a Delegación de Gobierno para exigir la libertad del rapero. Una vez más, la convocatoria se ha realizado por las redes sociales y llamaba a salir a las calles en varios puntos.

Varias personas eran retenidas al término de la concentración cuando eran sorprendidas arrancando adoquines para utilizarlos como armas arrojadizas. Por el momento no hay detenidos. El fuerte dispositivo policial ha impedido que consumaran la acción en Cuesta de Moyano.

El rapero Pablo Hasel entraba en prisión en febrero por delitos de enaltecimiento del terrorismo e injurias contra la Corona y las instituciones.

Cordón policial

Al grito de 'Libertad Pablo Hasel', los manifestantes han intentado tomar la calzada del paseo del Prado con dirección a Cibeles, pero la Policía Nacional les ha cortado el paso.

La pancarta de cabecera de la protesta, convocada entre otros colectivos por Movimiento Antirrepresivo de Madrid, reza: 'Por nuestros derechos. Amnistía Total. Libertad Pablo Hasel'.

El manifiesto de la manifestación tacha el encarcelamiento del rapero de "ataque a la libertad de expresión" y censura la "criminalización de la protesta" que, a su juicio, se ha producido con las concentraciones que siguieron a la entrada en prisión de Hasel.

Piden la dimisión de Marlaska y la libertad de los políticos presos

Frente al cordón policial, los manifestantes, algunos portando banderas republicanas, han pedido la libertad del rapero Pablo Hasél. "De norte a sur, de este a oeste, la lucha sigue cueste lo que cueste. Violencia es no llegar a fin de mes. Aquí están los antifascistas", ha coreado.

Asimismo, los manifestantes han exigido la dimisión del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y la libertad de los políticos presos. "Eso te pasa, por votar a Marlaska. Presos políticos, libertad. Madrid será la tumba del fascismo", ha señalado los asistentes a la concentración. Banderas de la república.

Se han vivido momentos de máxima tensión y alerta en las calles aledañas. Despliegue de más de mil agentes, en previsión de altercados, que han formado varios anillos de seguridad.

Anillo de seguridad en Atocha

Previamente, en el entorno de Cuesta de Moyano, Alfonso XII y Atocha se ha retirado todo el mobiliario urbano de las calles para evitar cualquier altercado. Los operarios municipales han retirado bicis y patinetes eléctricos. Asimismo han cerrado la estación del metro de Atocha. En esa zona se ha preparado un anillo de seguridad para detectar violentos. Un dron de la policía tomaba imágenes y se cortaba el eje de Recoletos hasta el Prado.

Hasel está en prisión desde el mes de febrero por delitos de enaltecimiento del terrorismo e injurias contra la Corona y las instituciones del Estado.

Detenciones

La Policía Nacional detenía el pasado jueves en Madrid a tres jóvenes que agredieron a los agentes durante el transcurso de los disturbios del pasado mes de febrero en la protesta en la Puerta del Sol.

El pasado 17 de febrero se arrestaron 19 personas, seis de ellas menores, tras los enfrentamientos en los que resultaron heridas 55 personas, de las cuales 35 fueron policías. El 26 de febrero, otros dos hombres, uno de ellos menor, fueron también arrestados por agredir en esta concentración a una policía en la Puerta del Sol.

El encarcelamiento de Hasel desencadenó en varias ciudades, como Barcelona, Madrid o Valencia, una serie de protestas con altercados violentos, decenas de heridos -muchos de ellos policías- y de detenidos, algunos de ellos menores.

En Madrid los manifestantes violentos causaron importantes destrozos en el centro de la capital, tanto en las calles como en los establecimientos de la zona.