Arranca a caminar en Palencia el rebaño de ovejas que atravesará Madrid

Cada año un enorme rebaño de cabras y ovejas acompañadas por sus pastores y perros atraviesa la Puerta del Sol de Madrid en un acto que rememora el pago del Honrado Concejo de la Mesta a la Villa por el uso de los pastos según la Concordia del 2 de mayo de 1418. Esas ovejas han comenzado su camino hacia Madrid esta semana desde la montaña palentina.

Es un acto simbólico el de Madrid con el pago de los 50 maravedíes y la fiesta en la Casa de Campo. Pero hubo un tiempo en que buena parte de la economía del país y, por qué no decirlo, de todo un imperio dependía de la lana.

Las ovejas merinas fueron durante siglos un secreto de Estado. Las cañadas, cordeles, veredas, coladas y descansaderos fueron las autopistas de esa riqueza. Y cada año las gentes de Trashumancia y Naturaleza que organizan este movimiento ganadero a la antigua usanza quieren que se recuerde.

Pero también reivindican que todo ese patrimonio ganadero, pecuario, es un valor que sigue dando riqueza a familias en la España interior, esa que se resiste a ser despoblada y olvidada.

Las queserías tradicionales, las carnes de cordero, las lanas que vuelven a ser apreciadas como materia textil natural, el desbroce para evitar incendios han devuelto algo de esperanza al ovino...y al caprino que marcha al frente de este ejército que cruza la Meseta anualmente.

En unos 30 días el rebaño llegará a las puertas de la capital, antes lo hará a las poblaciones madrileñas de la Sierra de Guadarrama y del oeste metropolitano para asaltar la capital durante unas horas.

DE VUELTA AL CAMINO

Con los precios elevados de los carburantes algunos ganaderos vuelven a ver en la trashumancia que hacían sus mayores una manera de trasladar el ganado, en lugar de meter los animales en camiones con el coste que ello supone.

De nuevo las vías pecuarias se convierten en oportunidad para trashumantes y trasterminantes, con recorridos más cortos pero igualmente necesarios en cada época del año.

Y en todo este caminar desde Palencia las ovejas, en sus vellones, irán cogiendo semillas que soltarán aquí y allá. Son auténticas 'maquinas' de dispersar biodiversidad, un auténtico 'servicio ecosistémico' como se dice ahora.

Jesús 'Suso' Garzón, uno de los mejores naturalistas españoles, empeñado desde hace décadas en el fomento de la trashumancia como patrimonio y como oportunidad económica, calcula que desde que empezaron a recuperar este movimiento ancestral han diseminado por los paisajes de España más de 188.000.000.000 semillas.

A eso hay que sumar más de 84.000 toneladas de abono producidas que han servido para nutrir los campos.

Solo en la Comunidad de Madrid se calcula que existen 4.000 kilómetros de vías pecuarias. Un enorme patrimonio natural caminero que otros reducen a menos de la mitad al haber sido convertidas en calles, carreteras, vías de uso privativo o interrumpidas por infraestructuras. A pesar de ello las ovejas llegarán a la Puerta del Sol como cada año.