La jueza de instrucción número 35 de Madrid acordó el pasado 23 de febrero el sobreseimiento de la causa al considerar que la causa del suceso fue accidental debido a "un escape de gas natural".
Una vez recabado el informe pericial de la Policía Judicial y tras practicar las diligencias de investigación necesarias, la jueza concluyó que la "etiología" de la explosión fue "accidental", sin que "haya podido esclarecerse otra causalidad distinta, habiendo sido provocada la explosión por un escape de gas natural, que se desarrolló de forma lenta, continuada y prolongada en el tiempo".
El escape, según consta en el informe policial, se situó entre la primera caldera del edificio y la acometida de suministro, sin que "las posibles irregularidades administrativas o no de la instalación" hayan influido en la causa de la explosión, indicó el auto de la magistrada.
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El Arzobispado de Madrid ha decidido presentar un recurso contra el auto con el deseo de que se realicen todas las diligencias en búsqueda de la verdad, según han informado a Efe fuentes de este órgano.
La explosión se produjo el pasado 20 de enero en el número 98 de la calle de Toledo, en un edificio que es propiedad del Arzobispado de Madrid, en pleno centro de la ciudad.
Fallecieron cuatro personas: el sacerdote Rubén Pérez Ayala, de 36 años; su amigo David Santos, un feligrés que fue al edificio a intentar ayudar después de que la calefacción dejara de funcionar y detectara olor a gas; Javier, un albañil de 45 años de La Puebla de Amoradiel (Toledo) que trabajaba en el edificio de enfrente, y Stefko Ivanov, de nacionalidad búlgara y 46 años que en ese momento estaba en la calle.
El informe de la Brigada Provincial de la Policía Nacional, al que tuvo acceso Efe, apuntó a "la etiología accidental" del suceso "debido a la desconexión del tubo de suministro de gas natural de la llave de acometida" por un movimiento de terreno en el lugar que habría afectado a la misma.
La decisión sobre el destino de este edificio corresponde a la propiedad, el Arzobispado, que aún sigue valorando si lo rehabilita o si se tira abajo por completo.