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El Ayuntamiento de Madrid y el Atlético de Madrid presentan este miércoles el acuerdo que han cerrado para la reforma urbanística en la zona que ocupan el estadio rojiblanco y la antigua fábrica de cerveza, han informado fuentes municipales.

El proyecto para la operación Mahou-Calderón contempla, entre otras actuaciones, la sustitución de las torres previstas en el proyecto inicial por bloques de ocho plantas y la edificación de un millar de viviendas, la mitad de lo que previsto inicialmente.

NO SE SOTERRARÁ LA M-30

El acuerdo alcanzado entre el Ayuntamiento y el club promoverá un proyecto sostenible y no hiriente con el entorno y viable económicamente, según informaron fuentes municipales a Efe hace unos meses, cuando comentaron que sería "bastante improbable" soterrar la M-30 a su paso por el Estadio Vicente Calderón y se buscaría reducir el tráfico y racionalizar la entrada y salida de vehículos.

El delegado de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, manifestó que el proyecto de la operación Mahou-Calderón sería "modélico" para la ciudad de Madrid al "reformular" el proyecto "bastante desafortunado" previsto por el anterior gobierno municipal.

El pasado 4 de junio, la sala de lo contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) anuló el plan de reforma interior de la operación Mahou-Calderón, que ya fue declarado nulo en 2015 por incumplir el límite de tres alturas máximas en las edificaciones.

La sentencia declaraba la nulidad del plan parcial de reforma interior de desarrollo de la operación Mahou-Calderón y la nulidad también de la modificación del Plan general de Ordenación urbana (PGOU) referida a este proyecto. El Ayuntamiento aseguró que la resolución no afecta a las negociaciones ya que se trabaja en una nueva modificación del PGOU que además tendrá "una pronta resolución".

La operación urbanística, que afecta a una superficie de 204.218 metros cuadrados, incluía en su redacción inicial la demolición del estadio Vicente Calderón, el soterramiento de la M-30, la construcción de ocho torres de entre ocho y veinte plantas, dos rascacielos de treinta y seis plantas, además de dos mil viviendas.

El pasado 28 de abril, el concejal de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, anunció que se estaba pactando un nuevo diseño de la operación con los propietarios del suelo (el club Atlético de Madrid y la empresa cervecera Mahou), tras rechazar el gobierno de Manuela Carmena el modelo urbanístico presentado inicialmente.

"No compartimos la fórmula de desarrollo en torres ni la privatización de buena parte del espacio público por encerrarlo en la manzana principal del ámbito", dijo entonces Calvo, que anunció que estaban trabajando con los equipos técnicos del Atlético y de Mahou para reducir cargas y la edificabilidad.