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(Actualizado

El delegado de Seguridad y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, Pedro Calvo, ha asegurado este martes que el desalojo del campamento de Sol de anoche fue una "operación tranquila" y que se ordenó porque se trataba de una "ocupación ilegal de la vía pública", cuando la veintena de acampados se convirtió en más de cuatro centenares.

Calvo ha explicado que alrededor de las 21.30 horas, llamó a la delegada de Gobierno en Madrid, Dolores Carrión, porque de los 20 acampados inicialmente se había pasado a más de cuatro centenares, que habían montado sus propias tiendas de campaña y haimas, y ya se trataba de una "ocupación ilegal de la vía pública".

A pesar de que no había problemas de orden público, la Policía municipal tenía que intervenir, según ha dicho, por "uso privativo del espacio público", y pidió ayuda a la Delegación de Gobierno para que mandara Policía Nacional por si se producían disturbios a la hora del desalojo. No obstante, decidieron no hacerlo hasta entrada la noche para que no hubiera turistas y evitar "daños a terceros". Asimismo, tuvieron tiempo para reunir a los dispositivos de seguridad de ambos cuerpos, según ha añadido.

Cuando llegaron los agentes municipales, levantaron las haimas y "no hubo incidentes", ha asegurado el delegado de Seguridad madrileño, al tiempo que ha precisado que sólo tuvo lugar un arresto "por resistencia a la autoridad" y ningún herido. "Hubo tensión pero no violencia", ha apostillado.

En este sentido, ha añadido que un centenar de las personas que fueron desalojadas se subieron a la plaza de Callao, donde fueron rodeados por los agentes e identificados para denunciarles "por manifestación ilegal". "Enseguida se dispersaron, se desmontaron las tiendas y se limpió la plaza", ha añadido, para insistir en que fue una "operación tranquila".