El Ayuntamiento de Madrid ha comenzado la retirada del fango contaminado, que se acumula en el arroyo Antequina de la Casa de Campo, convertido en un gigántesco lodazal, desde hace una década, según informa el diario el Mundo. 700 metros cuadrados y más de un metro de espesor de lodo contaminante, que se han ido acumulando desde hace diez años debido a los vertidos sin control.
El consitorio ha comenzado la recogida de fangos y limpieza del arroyo en respuesta a una demanda realizada por Ecologistas en Acción y la Plataforma de la Casa de Campo, quienes venían reclamando desde hace tiempo el dragado de la zona.
Un lodozal formado tras años de dejadez y la acumulación de restos orgánicos orovenientes de las urbanizaciones de Pozuelo, que han ocasionado que de los dos metros de agua profundidad con los que contaba el arroyo, hayamos pasado en estos momentos a tener tan sólo 10 cm de lámina de agua. Un agua contaminada con restos de plomo y cadnio. "Lo que reivindimos es una depuración adecuada y que las aguas tengan un tratamiento adecuado y que se a agua limpia y no mal oliente", inciden desde la organización.
Una vez concluidos los trabajos de limpieza, no se preve que vuelva a suceder los mismo ya que en Pozuelo cuenta ya con una depuradora, por lo la cantidad de resíduos vertidos será considerablemente menor.