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El paso de los grupos de extrema izquierda por el centro de Madrid arrasó con el mobiliario urbano y destrozaron muchos establecimientos de la zona. Fachadas hechas añicos, escaparates rotos, marquesinas y contenedores quemados. Hoy los dueños de los locales realizan balance de los cuantiosos daños.

Han sido muchos los locales que han quedado destrozados por la barbarie de los manifestantes de extrema izquierda. Entre ellos el Café Gijón y otro de los locales míticos de Madrid, el café Espejo en Recoletos.

Los disturbios comenzaron cuando varios participantes arrojaron botellas, piedras y petardos a la Policía, que intentaba entrar con furgones en la plaza de Colón de Madrid después de cerrar la calle de Génova con vallas para proteger la sede del PP.

Tras esta intervención, algunos de los participantes en la manifestación montaron barricadas en los laterales del paseo de Recoletos con contenedores de basura al mismo tiempo que en el centro de la calzada un grupo de personas volvió a arrojar piedras, adoquines y botellas a los policías para hacerles retroceder.

Algunos de los implicados en los altercados destrozaron las lunas de varias marquesinas, maceteros y adoquines de la calzada. Entre ellos los del Café Gijón, cuyos clientes se refugiaron en su interior. Tambiém quemaron contenedores y papeleras a lo largo del paseo de Recoletos y resultó afectada una sucursal bancaria.

Como consecuencia de los enfrentamientos entre la Policía y los manifestantes el Samur-Protección Civil tuvo que atender a 101 personas que resultaron heridas y la Delegación del Gobierno cifró en cincuenta el número de policías nacionales que resultaron heridos.