Hoy arranca en el recinto ferial de IFEMA en Madrid la XXX edición de BioCultura, feria por excelencia del movimiento bio en España, inicialmente impulsada por un grupo de consumidores preocupados por la contaminación del medio ambiente y los alimentos, que fundaron la Asociación Vida Sana.
Vida Sana se constituyó formalmente como entidad sin fines lucrativos para el fomento de la cultura y el desarrollo biológicos en 1981, cuando confeccionó los primeros cuadernos de normas de agricultura ecológica, aunque sus miembros originales habían comenzado a trabajar entre sí desde 1974.
Entre otras iniciativas, fue la primera entidad española que organizó una campaña de concienciación pública contra la deforestación y participó con un papel relevante en la Cumbre de la Tierra de 1992, además de inaugurar la primera edición de BioCultura el 23 de octubre de 1985.
El entonces alcalde de la capital, Enrique Tierno Galván, inauguró aquella primera feria en el Pabellón de Agricultura de la Casa de Campo, donde 40 proveedores dieron la bienvenida a 15.000 visitantes.
Tres decenios después, desde hoy y hasta el próximo domingo 16, BioCultura celebrará su trigésimo aniversario con el que espera convocar al menos a 80.000 personas, que podrán asistir a diferentes ponencias, charlas, talleres y conciertos además de recorrer la muestra anual en la que unos 700 expositores presentan todo tipo de novedades en productos naturales, ecológicos y sostenibles.
El trabajo continuado de la asociación y de su principal referente ferial ha ayudado así a convertir a España en uno de los primeros productores en superficie ecológica de la UE, según fuentes de la organización, además de constituirla en un referente internacional en valores de ecología y sostenibilidad sobre la idea de que "sin respeto por el medio ambiente, la sociedad no tiene futuro".
Además de Madrid, otras ciudades españolas como Barcelona, Valencia y Bilbao acogen anualmente las sucesivas ediciones de este punto de encuentro para todo tipo de referencias naturales, básicamente alimenticias: desde el hidromiel casero o el vino de mandarina hasta el jabugo más caro del mundo.
Sin embargo, BioCultura ha ampliado sensiblemente su campo de actuación durante estos treinta años, de manera que el visitante puede encontrar propuestas en las más diversas materias como ropa y calzado orgánico, materiales de bioconstrucción o desarrollo de energías renovables.
PROPUESTAS PARA ESTA EDICIÓN
Entre las propuestas para esta edición, BioCultura plantea una actividad de etiquetado de alimentos ecológicos, un taller de fabricación de pan sin gluten para celíacos o una mesa redonda sobre el crecimiento del sentimiento "verde" a través de Internet y las redes sociales.
Uno de los sectores en los que más se está trabajando en los últimos tiempos es el relacionado con la cosmética natural, ha revelado a EFEverde Montse Escutia, secretaria de Vida Sana y responsable de la Red Ecoestética.
"Muchas personas piensan exclusivamente en el maquillaje femenino cuando hablamos de esto, pero existen muchos productos de este tipo que son de uso diario como el jabón, las cremas de manos o los bronceadores y que ya constituyen una seria alternativa a los de origen industrial", precisa Escutia.
Artículos de origen exclusivamente natural, no testados con animales de laboratorio, "para él y para ella", podrán probarse y adquirirse en el showroom permanente de cosmética ecológica que alberga BioCultura.
Fuentes de la organización han insistido a EFEverde en que "el trabajo hecho con pasión siempre acaba dando sus frutos" y por ello hoy se puede celebrar el éxito de esta iniciativa tras "muchos años de predicar en el desierto, de todo tipo de trabas y de lucha contra enormes molinos de viento".
La entrada a la feria incluye el acceso a todas las actividades además de degustaciones, espectáculos de cocina bio, sesiones de ecocosmética o el Festival Ecológico de la Infancia de Mama Terra, destinado a los más pequeños.