(Actualizado

El Gobierno municipal de Ana Botella ha acordado hoy someter a información pública un avance del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) "liberalizador y flexibilizador" de todos los trámites de la planificación urbanística que actualmente "atenazan y retraen la inversión" en la ciudad.

La alcaldesa y su responsable de Urbanismo, Paz González, que lleva más de dos años trabajando en el plan que sustituirá al vigente desde 1997, han presentado hoy un documento de más de 4.000 páginas "diseñado para hacer de la capital una ciudad de oportunidades económicas, sostenible, cohesionada y con calidad de vida".

"Cuatro objetivos -ha dicho la alcaldesa en rueda de prensa- que han marcado las determinaciones de una propuesta para lograr un Plan General ágil, operativo y capaz de adaptarse a las nuevas demandas sociales y económicas".

Paz González ha asegurado que la liberalización y la flexibilización de trámites que plantea este avance del plan "no supone ni una desprotección ni es la ley de la selva", pero ha defendido que "lo que no es razonable es que haya que tardar seis meses en cambiar el uso de un edificio".

En cuanto a los edificios protegidos y catalogados, ha informado de que se esta realizando un estudio "pormenorizado" de cada uno de ellos y se elaborará una ficha para cada inmueble que se acompañará al Plan General.

González ha explicado que actualmente existe una protección con carácter general para todos los edificios con más de cien años y eso no le parece razonable al Gobierno municipal.

Ana Botella ha indicado que el Avance ha tenido en cuenta las conclusiones extraídas tras el año de participación al que ha sido sometido el documento de "preavance", durante el cual se han recogido más de 3.000 aportaciones tanto de los ciudadanos como de los integrantes de las mesas de participación.

A partir de la publicación en el Boletín del Ayuntamiento esta misma semana, contará con un periodo de información pública hasta el 31 de enero.

FLEXIBILIZACIÓN DE USOS

El documento ordena el conjunto de medidas en torno a varias estrategias fundamentales -flexibilización de usos, regeneración urbana y cualificación de los espacios libres y de fomento de una red ambiental- y a un conjunto de actuaciones singulares.

Respecto a la flexibilización de usos, Botella ha señalado que el nuevo documento "reorienta la rigidez del Plan actual, que tras 15 años de vigencia se ha visto superado por la nueva realidad social y económica".

En este apartado se define un nuevo uso urbanístico denominado "de actividades económicas", que incluye los usos industrial y terciario en todas sus categorías, lo que flexibiliza su régimen de implantación.

Además, en el suelo urbano consolidado, el uso que tengan hoy las parcelas podrá ser modificado, con licencia directa, por cualquier otro de los permitidos.

Por ejemplo, un edificio de viviendas podrá convertirse en uno de oficinas, o a la inversa, mediante una licencia.

Tanto la alcaldesa como su responsable de Urbanismo han subrayado que esto no debe entenderse como una desregulación indiscriminada puesto que se exigirá la realización de determinadas evaluaciones de impacto ambiente y de movilidad cuando la actividad a realizar lo requiera.

También se define una clase de uso denominada "equipamiento social", que engloba las clases de dotaciones deportivas, equipamiento, servicios de la administración pública y demás usos de interés social, entendiendo que es la dinámica urbana y las necesidades de cada distrito la que deberá decidir en cada momento las dotaciones que más convienen.

Como criterio general se establece una regulación menos pormenorizada, de tal forma que el Plan General solo contiene los elementos estructurantes del planeamiento urbanístico que definen el modelo de ciudad, puesto que el resto de aspectos ya tienen su cobertura legal en la normativa sectorial o municipal que le es o pueda ser de aplicación.