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Dulce y también rentable tradición la de los Buñuelos de viento y huesos de santo que se venden como rosquillas en obradores y pasterlerías de Madrid. Hay sabores nuevos, mojito o gin tonic, pero ninguno desbanca a los de nata, crema o chocolate

Buñuelos de cacahuete, buñuelos de café, buñuelos de frambuesa, de nata, de crema, de praliné. Por mucho que aprieten otras tradiciones, en Madrid hoy está claro lo que se come

Si Luis Buñuel revolucionó el mundo del cine, José, con sus buñuelos, innova cada año el de la repostería, como los buñuelos de mojito. Las recetas, como los buñuelos, se las lleva el viento parece sencillo, pero en su interior además del relleno se esconden muchos secretos, pues de viento precisamente sólo tienen el nombre.

LOS MADRILEÑOS CONSUMEN MÁS DE 330.000 KILOS DE DULCES TÍPICOS DE TODOS LOS SANTOS

Los madrileños consumirán más de 330.000 kilos de dulces tradicionales de Todos los Santos, como buñuelos, huesitos de santo, empiñonados y almendrados.

Estas son las previsiones de la Asociación de Empresarios Artesanos del sector de la Pastelería de Madrid (Asempas), que señalan que, una vez más, los buñuelos de viento serán los dulces más demandados por madrileños y visitantes, que consumirán alrededor de 260.000 kilos.

Además, también se estima la venta de unos 65.000 kilos de huesos de santo y en torno a 6.500 de empiñonados y almendrados.

Los buñuelos, el producto estrella de la festividad de Todos los Santos, se empezaron a consumir en palacios y conventos durante la Edad Media, y de ahí pasaron a elaborarse en casas particulares. Actualmente son los obradores de las pastelerías los que se han especializado en la elaboración de estos dulces tan típicos. Por su parte, los huesos de santo, empiñonados y almendrados son de origen árabe, como lo demuestra su composición a base de almendras, miel y azúcar.