La víctima, Diego, estaba tranquilamente mirando un escaparate cuando se produjo la agresión. "El pitbull me enganchó la mano, me atendió el Samur y policía municipal. Fui a denunciarlo y me dieron un teléfono de medio ambiente", afirma a Buenos Días Madrid.
"Tengo unos agujeros de un centímetro y medio, me dieron un teléfono de medio ambiente y todavía no se ha efectuado la denuncia", añade.
A Diego le da miedo pasar por la zona de Canillejas, donde le mordió el perro. “Es una zona muy concurrida y mañana le puede pasar a un niño o a una persona mayor”, asegura. Aún no ha podido poner la denuncia pertinente.
El perro que le atacó sigue en el barrio, aunque ya le han puesto un bozal.
Con respecto a la agresión de Colmenar de Oreja, los dueños tenían antecedentes por hurtos, riñas y lesiones. No estaban registrados y no tenían seguro ni microchip. Los dos hermanos podrían ser acusados de homicidio imprudente.