Droga incautada por la Guardia Civil |
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La Guardia Civil ha detenido a quince personas pertenecientes a una banda, casi todos de la misma familia, que se dedicaba a la distribución de hasta cinco tipos de droga en Tres Cantos y en diferentes localizaciones de Madrid capital.

Se trata de doce hombres y tres mujeres, todos españoles, con edades comprendidas entre los 24 y los 44 años y vecinos de los barrios de Usera y Villaverde, algunos de ellos con antecedentes por los mismos delitos, para cuatro de los cuales fue decretado ingreso en prisión tras pasar todos ellos a disposición judicial.

Operación Sésamo

La operación, denominada Sésamo, se ha dividido en tres fases en las cuales se ha llevado a cabo la detención de quince personas acusadas de delitos contra la salud pública, pertenencia a organización criminal y blanqueo de capitales, informa la Guardia Civil.

En total se han intervenido 76.875 euros, 1.064 gramos de cocaína, 374 gramos de hachís, metanfetamina, marihuana, metadona líquida, cinco vehículos y numerosos efectos para el corte, preparación y distribución de la droga.

La primera fase de la investigación se inició a mediados del año pasado cuando se detectó a un vecino de Tres Cantos que distribuía cocaína desde su vivienda. Este hombre contaba en su domicilio con una afluencia de compradores prácticamente constante y fue detenido junto con su principal colaborador.

Cocaína, marihuana y hachís

En el registro de su domicilio los agentes encontraron casi medio kilo de cocaína, marihuana, hachís, sustancias de corte, 4.500 euros en moneda fraccionada y numerosos utensilios para la distribución y venta de la droga.

Ante las sospechas de su pertenencia a un grupo más amplio se inició la segunda fase de la operación en la que se llegó hasta el principal proveedor y hasta otra persona que era la que había asumido la distribución y venta de la droga en Colmenar Viejo y Tres Cantos.

Esta fase culminó con la detención de estas dos personas y la intervención de 5.000 euros en moneda fraccionada, cocaína, básculas de precisión y dos vehículos. Desde ese momento, la investigación se centró en los colaboradores activos de los detenidos.

Organización estructurada

Los agentes comprobaron que era una organización perfectamente estructurada, con un claro reparto de funciones, pertenecientes casi todos a una misma familia y lograron identificar también al cabecilla.

Esta persona, R.R., era el responsable de adquirir y custodiar la droga y lo hacía tanto en su domicilio de Madrid como desde un piso utilizado a modo de almacén, y también participaba en la preparación de las sustancias para su distribución.

Su hermano, D.R., era quien organizaba y distribuía mercancías y personal para que los puntos de venta estuvieran permanentemente surtidos de vendedores y de droga.

Funciones de la banda

Las siete personas restantes que formaban la organización desempeñaban funciones de traslado, adulteración y preparación de dosis, así como de distribución y venta de las diferentes sustancias estupefacientes. Por ello, los agentes procedieron a la detención de los implicados y al registro de cinco de sus domicilios, situados en el barrio de Usera.

En los registros practicados los agentes, además de cocaína, hachís, marihuana y metanfetaminas, hallaron numerosas evidencias que relacionaron directamente a los encartados con el mundo de la distribución y venta de sustancias, tales como básculas de precisión, envoltorios, sustancias para el corte y un total de 77.000 euros en moneda fraccionada.