El Ayuntamiento de Madrid ha analizado la evolución de los distintivos ambientales del parque de vehículos que circulan en el interior de la M-30, la almendra central de la ciudad, y afirma que entre 2019 y 2022 se ha reducido casi un 65 % la circulación de los vehículos sin clasificación ambiental, los A, mientras que ha crecido un 215 % el tráfico de los CERO emisiones.
El estudio analiza la evolución de los coches que circulan en el interior de la M-30 desde junio de 2019, cuando comenzó a gobernar la coalición de PP y Ciudadanos, hasta septiembre de este año.
Según una nota de prensa del Ayuntamiento, si la media de tránsitos mensuales de coches A en junio de 2019 era de 544.033, en septiembre de 2022 cae a 192.799, esto es un 65,56 % menos, y se reduce un 17,59 % en el caso de los coches B, pasando de 2.060.829 a 1.698.329.
En esta comparativa crecen, por el contrario, los coches C (un 19,39 % más, de 2.599.235 a 3.103.270), y los ECO (aumentan un 154,88 %, pasando de 642.840 a 1.638.475) y los CERO (214,77 % más, de 133.129 a 419.051).
Asimismo, en estos tres ejercicios se ha logrado reducir la flota contaminante del taxi un 46,78 %, pasando de los 7.993 vehículos propulsados exclusivamente por diésel y gasolina en 2019, que representaban el 50,84 % de la flota, a 4.254 (26,97 % del parque actual).
Gracias a las ayudas puestas en marcha por el Ayuntamiento para renovar el parque de taxis, los vehículos CERO se han incrementado un 738 % en el sector, pasando de 21 vehículos en 2019 (0,13 % de la flota) a 176 (1,12 %).
Según el Ayuntamiento, el mayor éxito se ha cosechado en los coches con clasificación ambiental ECO, que han pasado de los 7.709 que había en 2019 (49 % de la flota) a los 11.346 que recorren las calles de Madrid en la actualidad (71,92 %).
El Consistorio, que recuerda que Madrid tiene a día de hoy “los mejores registros de calidad del aire” de la serie histórica, abunda que ha constatado, a través de su Inventario de Emisiones, que el tráfico rodado es el principal responsable de las emisiones contaminantes.
En 2020, el transporte por carretera contribuyó en un 43 % a las emisiones totales de los óxidos de nitrógeno (NOx), expone la nota, que añade que un vehículo con clasificación ambiental A emite de media para el municipio de Madrid 1,6 veces más de gases que un vehículo con clasificación ambiental B, 7,2 veces más que un C y 47 veces más que un vehículo con etiqueta ECO.
El Gobierno municipal puso en marcha la Estrategia de Sostenibilidad Ambiental Madrid 360 en septiembre de 2019 para lograr reducir las emisiones contaminantes de la ciudad y cumplir definitivamente con los límites de calidad del aire establecidos en la Directiva 2008/50/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 21 de mayo de 2008.
El Ayuntamiento destaca que la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) evaluó en 2020 el efecto de 45 medidas definidas en Madrid 360, estimando que permitirían reducir en 1.563 toneladas los óxidos de nitrógeno al año (NOx).
Según los cálculos de la UPM, entidad independiente, las medidas de Madrid 360 que más incidían en la rebaja de los NOx (946 t/a) están relacionadas con la limitación progresiva de la circulación de los vehículos de clasificación ambiental A desde 2022 a través de las zonas de bajas emisiones y la renovación del parque de vehículos privados. Otra de las iniciativas más eficaces, cuantificada en una disminución de 201 t/a de NOx, proviene de la renovación tecnológica del resto de vehículos.
Para promover la renovación de flotas y acompañar a las familias y a las empresas en esta transición, Madrid puso en marcha en 2020 el programa de ayudas Cambia 360, a las que ha destinado 34.175.000 euros.
Cuenta con cuatro líneas de subvenciones para el cambio de tecnología en vehículos: las dirigidas a particulares (19,8 millones de euros, al taxi (9.375.000), a la Distribución Urbana de Mercancías (4 millones de euros) y a micromovilidad (1 millón de euros).