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La Guardia Civil ha detenido a cuatro personas por tráfico de munición en varias provincias españolas en una operación en la que ha intervenido casi 7.000 cartuchos metálicos, 21 armas de fuego, 8,6 kilos de pólvora, 26 granadas de mortero y dos silenciadores, entre otros efectos.

Se trata de la operación Múnich, en la que los agentes han realizado seis registros domiciliarios en las provincias de Valladolid, La Rioja y Valencia, donde se han llevado a cabo los arrestos por supuestos delitos de tráfico y depósito de municiones, depósito y tenencia ilícita de armas y depósito de explosivos, informa la Dirección General de la Guardia Civil.

La investigación se inició en octubre de 2020 cuando en otra operación la Guardia Civil arrestó en Madrid a uno de los principales traficantes de munición de España que había vendido más de 36.000 cartuchos metálicos a través de internet por todo el país.

Uno de los compradores que recurría a este mercado clandestino para surtirse de munición para armas que poseía ilegalmente residía en la provincia de Pontevedra.

Los investigadores descubrieron que este hombre, además de adquirir munición al traficante detenido en Madrid, tenía otras fuentes de suministro, entre ellas dos personas residentes en la provincia de Valladolid que igualmente se estaban dedicando a la venta ilegal de munición por internet.

Estas dos personas vendieron ilegalmente a lo largo de los últimos años grandes cantidades de munición incluso para armas de guerra por valor de más de 25.000 euros.

Los agentes lograron identificar a varios compradores de estas personas de Valladolid desde las provincias de La Rioja y Valencia que destacaban por la gran cantidad de munición comprada para utilizarla supuestamente en armas de fuego que poseían ilegalmente.

Además de la munición, las armas y el explosivos referidos los agentes han intervenido numerosas barras de cañón en bruto, cañones en proceso de fabricación y otros componentes esenciales de armas de fuego, 29 cargadores de alta capacidad prohibidos, 2.600 pistones fulminantes y numerosos proyectiles y vainas.

Asimismo accesorios para la recarga y fabricación ilegal de munición, un torno, una fresadora, herramientas para la rehabilitación de armas inutilizadas y para la fabricación artesanal de cañones y 14.870 euros en metálico.

Se trata de una operación enmarcada en el Plan Integral para el Control de Armas de Fuego de la Guardia Civil con el fin de evitar el desvío de las mismas a grupos de delincuentes y de terroristas.

La Guardia Civil recuerda que el tráfico de municiones es un fenómeno criminal relacionado con la tenencia ilícita de armas ya que los delincuentes y organizaciones que poseen y utilizan armamento para sus actividades han de recurrir al mercado negro ante la imposibilidad de acudir a armerías autorizadas para adquirirlas ya que su comercio está regulado y restringido a los titulares de licencias.

En los últimos cinco años la Guardia Civil ha desarrollado más de 120 operaciones contra redes de tráfico de armas con el resultado de 491 detenidos y la incautación de 5.313 armas de fuego, 613.073 cartuchos metálicos, 739 kilos de explosivos y 794.870 euros en efectivo provenientes de estas actividades, además del desmantelamiento de 23 talleres de fabricación de armas y municiones ilegales.