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Durante dos siglos habían acompañado la oración diaria de los cartujos. Pero en 1835, con la desamortización de Mendizábal, y pasar la propiedad al estado, los cuadros se disgregaron. Gran parte de ellos se destinaron al Museo de la Trinidad (el edificio que hoy alberga el Ministerio de Agricultura), y otra parte se enviaron a museos en Valladolid, Sevilla o la catedral de Córdoba. Otra parte se albergaron en los almacenes del Museo del Prado.

El proyecto nació en el año 2000 fruto del tesón de la conservadora del Museo del Prado Leticia Ruiz. Lo que comenzó como un proceso de restauración de los 15 lienzos que conservaba el Museo, ha terminado en la reunión definitiva de los 52 lienzos de Carducho que se conservan (los dos restantes se perdieron en Tortosa durante la Guerra Civil).

Vicente Carducho, pintor de la corte de Felipe IV, retrató en esta serie la vida de San Bruno y también los primeros siglos de historia de la vida de los cartujos. Entre los lienzos que ya pueden contemplarse en El Paular están "La Muerte del Venerable Odón de Novara" (donde Carducho se autorretrata junto a Lope de Vega), "La aparición de la Virgen a un hermano cartujo", "La muerte de San Bruno" o "San Bruno despide a San Hugo".

El proceso de restauración de los cuadros ha costado unos 700.000 euros. Una de las tareas más complejas se ha realizado sobre "El éxtasis de Jean Birelle", un lienzo que presentaba amplias zonas de pérdidas cromáticas. Junto a la restauración pictórica se ha desarrollado una actuación museística del claustro dirigida por el arquitecto Eduardo Barceló.