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La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha renovado este jueves el tradicional Voto de la Villa frente la Virgen de la Almudena, y ha pedido que Madrid sea la ciudad de "la concordia y la universalidad", se sea creyente o no.

Así lo ha manifestado durante la misa celebrada en la Plaza Mayor de la capital, que se celebra en honor a la Virgen de la Almudena, quien, según la tradición, salvó a la capital de unas graves inundaciones que padecieron los madrileños en 1646.

La alcaldesa ha recalcado que, "se sea creyente o no", las personas deben mostrar su compromiso por "la cultura del encuentro y la paz". En el altar provisional que se ha montado en la Plaza Mayor se podía leer el lema "María, causa de nuestra alegría" y se ha celebrado la eucaristía en honor a la Virgen de la Almudena bajo el sol y con el frío de noviembre.

Manuela Carmena ha destacado que es "un honor renovar un año más" los votos en esta liturgia y ha ensalzado la figura del Papa Francisco, quien basa sus reflexiones sobre el tema central de la esperanza. La regidora ha insistido en que Madrid lleva en su "identidad" la "grandiosa universalidad" y, por ello, es una ciudad de "encuentro que da la bienvenida con independencia del origen o la cultura". "Seguimos construyendo y soñando una ciudad que respire concordia, que cuide el medio ambiente y defienda a los más vulnerables", ha asegurado.

EUCARISTÍA Y PROCESIÓN

Más de 5.000 personas ha asistido a esta ceremonia, según la organización de la Archidiócesis de Madrid, que ha estado guiada por el arzobispo de Madrid, Carlos Osoro. Una vez que ha finalizado la Eucaristía, los feligreses han abandonado poco a poco sus asientos de la Plaza Mayor y ha comenzado la procesión hasta la Catedral de la Almudena, hasta donde ha regresado la talla de madera policromada de la virgen que data del año 1500 y que ha presidido los actos.

Gritos de "¡Viva la Virgen!", "¡Viva España!" y "¡Viva la Villa!" han sido coreado por los asistentes al comienzo de la procesión. A la ceremonia han acudido diferentes representantes políticos como la presidenta de la Comunidad, Cristina Cifuentes, el portavoz de la Asamblea de Madrid del PSOE y del Ciudadanos, Ángel Gabilondo e Ignacio Aguado, respectivamente.

Este es el tercer año que Manuela Carmena ejerce como alcaldesa durante esta liturgia y ha vuelvo a centrar su discurso en las desfavorecidos como en los años anteriores, ya que sus palabras han girado entorno a la "necesidad de la acogida". En la festividad de la capital madrileña también ha habido referencias a la situación catalana, ya que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, ha pedido a la Virgen "unidad, concordia y sentido común" para que "en Cataluña y España las cosas vuelvan a funcionar".

Cifuentes ha señalado que pedirá a la Almudena sentido común para "trabajar todos juntos para salir adelante y que en Cataluña se vuelva a recuperar el empleo y se cierre esa brecha social que desgraciadamente se ha creado".