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Adif procederá en verano de 2019 al cierre del túnel de Recoletos que conecta las estaciones de Atocha y Chamartín para acometer obras de reforma "integral" de la infraestructura (con sustitución de vías y sustitución de catenaria flexible al sistema rígido) por un periodo de cuatro meses, según han detallado fuentes de la entidad y de Renfe.

La planificación es licitar cuando antes el proyecto de obra por una cuantía de 73 millones de cara a comenzar los trabajos de mejora de la infraestructura, una actuación "imprescindible" y "necesaria" para mejorar la fiabilidad de la circulación, pues una incidencia en este eje supone un "impacto brutal" en el conjunto de la red.

Así, los datos de Adif reflejan que por cada incidencia de un tren en este túnel supone una repercusión de 700 minutos en la red, pues afecta a muchas líneas por ser el eje más utilizados en la operativa de Cercanías, con más de 3.000 circulaciones semanales.

En consecuencia, la idea es plantear la obra en verano (con la previsión de que se acometa de junio a septiembre) al ser el periodo con menor impacto al usuario y desplegar un plan alternativo de movilidad con el Consorcio Regional de Transportes durante el tiempo que transcurra la actuación.

172 NUEVOS TRENES PARA AUMENTAR UN 30% LAS PLAZAS DISPONIBLES EN CERCANÍAS

La incorporación de 172 nuevos trenes a la red de Cercanías de Madrid supondrá un incremento de hasta el 30 por ciento de las plazas disponibles y la licitación de su compra se acometerá antes de que finalice el presente ejercicio de cara a que estas unidades comiencen a incorporarse entre los ejercicios 2021 y 2022. Así lo han indicado este lunes fuentes de Adif y Renfe en relación a una de las principales medidas del plan de mejora de Cercanías de Madrid que la semana pasada presentó el ministro de Fomento, Iñigo de la Serna.

En este sentido, las mismas fuentes detallan que se tratan de unidades con mayor capacidad y con mayor longitud para aprovechar al máximo la capacidad de los andenes, de cara a maximizar las plazas disponibles en circulación dentro de las posibilidades que permite la infraestructura, sobre todo cuando haya momentos de "saturación".

El objetivo es acometer la licitación durante 2018 el contrato pues, a partir de su adjudicación, la media para construir nuevas unidades es de tres años.

Renfe, dentro del plan global para la mejora de Cercanías Madrid, llevará a cabo la compra de nuevo material rodante con un presupuesto de 2.279,6 millones de euros (IVA incluido) y permitirá renovar la flota al sustituir los trenes más antiguos y ampliar la oferta de servicios. Actualmente, la red cuenta con 277 trenes.

Para ello, adquirirá 172 nuevos trenes con mejores prestaciones (contarán con mayor porcentaje de plazas sentadas, accesibilidad, menor consumo energético y equipos de ayuda a la conducción) para renovar la flota de vehículos, unido a mejoras en unidades actuales para mejorar su fiabilidad y confort.

En este sentido, Renfe y Adif estiman que la demanda de Cercanías de Madrid crecerá en los próximos años como mínimo casi un 15 por ciento, en concreto 14,6 por ciento hasta 2025 (periodo de vigencia del plan de mejora), aunque esa subida puede ser incluso mayor.