Cibeles apuesta por el 'co-housing senior' con tres parcelas para 300 mayores

Las áreas de Desarrollo Urbano y de Familias, Igualdad y Bienestar Social, que dirigen Mariano Fuentes y Pepe Aniorte, respectivamente, van a poner en marcha este año el primer proyecto del Ayuntamiento de Madrid de viviendas colaborativas para personas mayores, más conocido como 'co-housing senior'.

Para poner en marcha este nuevo modelo de viviendas, desde el área de Desarrollo Urbano se va a lanzar un concurso de cesión de tres parcelas dotacionales, situadas en tres barrios de tres distritos de Madrid. En total, tendrán capacidad para cerca de 300 viviendas, en proyectos gestionados en régimen de cooperativa.

La primera en Orcasitas, en Usera, sobre una parcela de 6.000 metros cuadrados; la segunda en el barrio de Ascao, en Ciudad Lineal, sobre una superficie de 4.400 metros cuadrados y una tercera en el barrio de Canillas, en Hortaleza, sobre una parcela de 5.000 metros cuadrados.

Para seleccionar estas parcelas se ha tenido en cuenta, según ha explicado Mariano Fuentes, “que la superficie fuera aproximada a 4.000 metros cuadrados, localizadas en entornos urbanos consolidados y en los que no haya déficits dotacionales o existan otras parcelas municipales vacantes y con proximidad al transporte público”. Ha añadido que “estas viviendas colaborativas tienen que adecuarse a las tipologías edificatorias del entorno”.

El delegado ha destacado la apuesta del Consistorio por esta modalidad y “lograr que este Ayuntamiento sea un referente de bienestar para personas mayores en toda España” y ha destacado la labor del área de Familias, Igualdad y Bienestar Social en favor de los mayores. Por ejemplo, ha multiplicado por seis el presupuesto destinados a personas mayores

El Ayuntamiento apuesta por este modelo de 'co-housing senior' porque fomenta un envejecimiento activo y participativo a la vez que permite que las personas permanezcan en su propio domicilio el máximo tiempo posible.

Así, esta modalidad de vivienda, en la que cada uno tiene su casa privada pero comparten zonas y actividades comunes, se convierte en un antídoto frente al deterioro cognitivo, la soledad no deseada y el aislamiento de los mayores. Contarán con todos los servicios necesarios, incluso sanitarios.