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Cientos de personas sin hogar se han manifestado esta mañana en Madrid para reclamar su derecho a una vivienda digna y acabar con la "indiferencia" a la que, según denunciaron, se enfrentan diariamente, ya que en la capital aún habitan 2.217 personas sin techo, de las cuales más de 500 duermen a la intemperie, según el último recuento.

"Son muchas las caras que nos ven, pero tampoco nos ven; nos consideran peligrosos o que tenemos problemas de drogadicción", criticó Daniel, de 26 años y con estudios de Bachillerato. Su historia es la de un joven canario que abandonó el archipiélago para encontrar trabajo y, según su testimonio, no ayudan ni su color de piel ni el hecho de vivir en la calle.

Y es que el estigma es una de las principales luchas de este colectivo. "Pedimos la visualización de esta problemática, de tal manera que sensibilice a la sociedad y que ésta no nos estigmatice", demandaron en un manifiesto leído en la plaza de àpera de Madrid, donde concluyó su protesta iniciada en la Puerta del Sol sobre las 11.00 horas.

"No somos mendigos, vagabundos, carrilanos, pedigüeños, indigentes, vagos, viciosos, vividores, borrachos o yonkis", clamaron desde el atril que las organizaciones Cáritas, Faciam y otras asociaciones de ayuda a personas sin hogar instalaron en la capital para dar voz a un colectivo "invisible".

De hecho, hay tantas historias como personas sin hogar. Victoria, de 55 años, emigró desde Perú -con una prolongada escala en Canadá- en busca de "una mejora económica" que permitiera afrontar los gastos para mantener su hija. "Vine a España aprovechando que tenía la nacionalidad española", explicó en un encuentro con periodistas.

"Lo más duro de vivir en la calle es la indiferencia. Te miran, se alejan; piensan que eres una yonki o un ladrón. Hay quien se trata de aprovechar de ti ofreciéndote trabajo, piensan que por estar en la calle puedes aceptar cualquier cosa", relató Victoria. Estuvo en la calle cuatro meses "durmiendo en un arbusto". No consume drogas, alcohol ni tiene vicios, explicó. Tiene formación para ejercer de maestra y obtuvo en Perú un máster en dirección de empresas, pero "esa formación de nada me sirve estando acá", a lo que se suma "mi edad".

Junto a ellos se manifestaron otros cientos de personas sin hogar, entre los cuales se encontraban "chabolistas, usuarios de albergues, de pensiones, de cajero automático o de bancos de parque", relataron en su manifiesto, con un común denominador: "el estigma".

40.000 PERSONAS SIN TECHO EN TODA ESPAÑA

40.000 personas no tienen un hogar en España y cada día ven como a ese drama se añade la indiferencia de una sociedad que les estigmatiza y les identifica con delincuentes o drogadictos.

Desde la campaña 'Nadie sin hogar', impulsada por la red Faciam, Cáritas y una decena de organizaciones, se reclama a las Administraciones Públicas que emprendan "reformas estructurales que conlleven la aplicación del derecho humano a una vivienda digna y adecuada", al tiempo que exigen a la ciudadanía poner en valor "los derechos de las personas sin hogar" y acabar con la indiferencia. En vísperas de que el domingo se conmemore el día de las personas "sin techo", hoy se ha presentado una nueva edición de la campaña que reclama para ellos recursos y visibilidad.

No hay un sólo perfil de personas sin hogar en España, son tanto mujeres, hombres, jóvenes, adultos, mayores como inmigrantes. "Son quienes en un momento les cambió la vida y se encontraron en la calle", ha apuntado la presidenta de Faciam, Rosalía Portela.

"No son cifras, son realidades humanas", ha apuntado el responsable de la misma en Cáritas Española, Enrique Domínguez.

Además, ha solicitado a las administraciones públicas que procedan a reformas estructurales que conlleven la aplicación del derecho humano a una vivienda digna y a los ciudadanos que participen en entidades sociales que promuevan la causa.