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Cristina Cifuentes ha puesto hoy en libertad un ejemplar joven de águila imperial ibérica, una de las rapaces más amenazadas del mundo que, aunque en peligro de extinción, ha duplicado su presencia en la región a lo largo de los últimos años. El águila liberada llegó al Centro de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS) de la Comunidad de Madrid el pasado 20 de junio, tras caer de un nido en el municipio de Fresno de Torote.

La presidenta de la Comunidad de Madrid ha explicado que la rapaz, tras pasar varios días en el suelo, fue rescatada por agentes forestales con síntomas de deshidratación. Su reintegración en el medio natural para que viva en libertad ha sido posible ya que en el Centro de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS), además de recuperar su estado físico, le han enseñado a volar y a cazar. De plumaje color pardo rojizo, el ejemplar liberado tiene siete meses de edad, pesa 3,5 kilogramos y mide 81 centímetros de altura y 2,10 metros de envergadura, con las alas desplegadas.

El Centro de Recuperación de Animales Silvestres de la Comunidad de Madrid ha atendido a 23.000 animales desde 2010, de los que el 60 % fueron reintegrados nuevamente en su entorno, lo que convierte a estecCentro en el mayor y más avanzado hospital de fauna silvestre de España.

Como ha recordado Cristina Cifuentes, Madrid es la comunidad con mayor densidad de águila imperial ibérica por kilómetro cuadrado. En la actualidad, con 65 parejas censadas, habitan en la región más águilas imperiales que en periodos anteriores: el doble que en 2009 y casi el triple que en el año 2000. Esta cifra supone contar en la región con el 13 % de la población mundial de esta especie. “Hoy, una de cada siete águilas imperiales ibéricas que hay habitan en nuestra región”, ha subrayado Cifuentes, que ha indicado que las mayores concentraciones se encuentran en el monte de El Pardo y en la Sierra Oeste.

CONSERVACIÓN DE LA FLORA Y FAUNA MADRILEÑA

Cristina Cifuentes ha destacado que, “en el caso del águila imperial ibérica, el Gobierno regional ha llevado a cabo acciones de protección que han permitido aumentar el número de ejemplares, como ha sido la mejora de sus hábitats para propiciar su reproducción, gracias a la reparación de los tendidos eléctricos evitando así electrocuciones, o la concienciación de los propietarios de aquellos lugares en los que se asientan los nidos de las rapaces”.

Además, se está desarrollando un Plan de interconexión de los núcleos de águila imperial mediante la creación de corredores ecológicos. Para ello, se instalan madrigueras artificiales y zonas de siembra que sirvan de sustento para los conejos, que son la principal fuente de alimentación de estas rapaces. En esta labor de conservación es importante la información que se recaba mediante el seguimiento de once águilas imperiales marcadas con un radiotransmisor, que permite a los responsables de la Comunidad obtener un mayor y mejor conocimiento de la especie y sus hábitos.