Cristina Cifuentes ha apelado a la honestidad ante los casos que "avergüenzan" a los partidos políticos y se ha reivindicado como líder de la regeneración democrática en la Comunidad de Madrid, donde "el tiempo de los corruptos ha llegado a su fin".
"La corrupción es incompatible con la democracia, y el tiempo de los corruptos ha llegado a su fin en la Comunidad de Madrid", ha asegurado la presidenta regional en su discurso con motivo del Dos de Mayo, tras entregar las Medallas y Condecoraciones de la Comunidad.
Cifuentes ha lamentado los días "convulsos" por los que atraviesa la política y el PP regional, en referencia al caso Lezo y la detención de su predecesor en el cargo, Ignacio González.
"Están pasando muchas cosas, que nos avergüenzan, que todos condenamos, y a las que debemos hacer frente apelando a esos valores que encarnan los premiados. Porque la honestidad, el compromiso, el talento y el esfuerzo son el más eficaz antídoto frente a las conductas que vulneran la ley, y frente a las dificultades de cada día", ha subrayado.
La presidenta ha reafirmado su "firme" compromiso, el de su Gobierno y el de todos los partidos políticos que representan a los madrileños con la defensa de esos valores. "Porque el compromiso ético y la defensa de la legalidad nos concierne a todos, por encima de siglas e ideologías".
"Que a nadie le quepa la más mínima duda de que, aún con todas las dificultades, riesgos y sinsabores que tenemos que afrontar, vamos a seguir liderando el camino de regeneración democrática iniciado, porque la corrupción es incompatible con la democracia, y el tiempo de los corruptos ha llegado a su fin en la Comunidad de Madrid", ha asegurado.
Y como la corrupción "afecta a numerosos partidos e instituciones en una u otra medida", ha instado a "todos" a ser implacables con ella. "Es el mayor favor que podemos hacer a nuestra democracia", ha afirmado.
209 años después del Dos de Mayo de 1808, Cifuentes ha apelado al legado que dejaron aquellos héroes anónimos, un "ejemplo de dignidad, de orgullo, de entereza y de honor" de personas que se levantaron en armas no por ser madrileños, castellanos, andaluces, catalanes, o de cualquier otra región, sino "sencillamente por ser españoles, y por defender el sentimiento común e indesligable que nos une a todos como nación".
"El Dos de mayo logramos juntos reorientar una historia que parecía condenarnos a la pérdida de la independencia y, con ella, a la pérdida de nuestra dignidad como el pueblo libre que somos, y fuimos capaces de conseguirlo porque, ante todo, y por encima de cualquier diferencia, prevaleció la unidad para vencer al enemigo común", ha recordado.
Y dos siglos después, ha seguido diciendo, los españoles se enfrentan a nuevos enemigos comunes -el paro, la violencia de género, el nuevo terrorismo "global e indiscriminado", los desequilibrios sociales y la corrupción- frente a los que "sigue siendo necesaria, por encima de todos, la unidad de la que hicieron gala los madrileños del siglo XIX".
Por eso ha pedido ser "inflexibles con las conductas irregulares propias o ajenas", y hacer que "el respeto, la honradez, el juego limpio, la ética, la defensa del interés general y la lucha contra la corrupción, venga de donde venga, sean principios irrenunciables que nos obliguen a todos".
"Y unidad, sobre todo, para garantizar la integridad de la nación, manteniéndonos firmes ante quienes pretenden romper España vulnerando sutil o abiertamente las leyes y la propia Constitución, para tomar decisiones unilaterales que solo corresponden al conjunto de los españoles", ha afirmado, en referencia al proceso soberanista catalán.
"Es indudable que necesitamos seguir unidos frente a los enemigos comunes, que hoy son otros diferentes a los de 1808, pero ante los cuales no debemos bajar la guardia. Porque unidos somos más fuertes. Unidos representamos más y mejor a nuestra sociedad", ha resumido.