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Una placa con los nombres de los fallecidos en el atentado perpetrado en el despacho de abogados de Atocha recordará desde este lunes en la sede del Colegio de Abogados de Madrid su memoria con motivo del 40 aniversario de su asesinato.

En un acto homenaje celebrado en la sede de la calle Serrano de la capital, la decana del colegio, Sonia Gumpert, ha descubierto la insignia acompañada por la alcaldesa de Madrid y cofundadora del despacho de Atocha, Manuela Carmena, la abogada Francisca Sauquillo, hermana de una de las víctimas, y por el único superviviente y presidente de la Fundación Abogados de Atocha, Alejandro Ruiz-Huerta.

Mañana, 24 de enero, el asesinato cumplirá su 40 aniversario. En el atentado llevado a cabo por terroristas de extrema derecha murieron cinco abogados, un hecho que marcó la transición política española iniciada con la muerte de Francisco Franco.

Tras recalcar que la "memoria de una ciudad es fundamental", Manuela Carmena, hoy al frente del Ayuntamiento de Madrid, se encontraba ese día reunida en la otra sede del despacho, la situada en el número 49. En su intervención, ha recordado lo que vivió ese día y ha subrayado el papel que tuvo el entonces decano de los abogados madrileños, Antonio Pedrol Rius, para que sus cadáveres salieran desde la sede del Colegio.

"Poco antes del asesinato, me despedí. Me dirigí a Atocha 49. Estábamos ahí, quitándonos los abrigos, cuando oímos las sirenas. Nos asomamos y vimos que había Policía delante de la puerta de Atocha 55. No nos cogían el teléfono. Nos extrañó. Nos pusimos los abrigos. Hacía frío. Y los vecinos, que nos conocían y nos querían, nos dijeron: corred, corred iros, están matando a vuestros compañeros, os están matando a todos", ha narrado la alcaldesa.

Tras lo sucedido, su primera reacción fue: "Hay que llamar al Colegio de Abogados". "Horas más tarde, en una plaza emblemática de Madrid, en la Plaza de Mariano de Cabia, llegó Antonio Pedrol y me dijo: 'Estamos con vosotros, os lo merecéis. Vuestros compañeros son unos abogados excelentes. Saldrán desde el colegio de abogados'", ha recordado.

Carmena ha querido así relatar lo que ha llamado "una escena matriteste" de "cómo esta ciudad supo dar la cuota que le correspondió para conseguir la libertad y la democracia", agregando que hubo que "pagar un precio que no correspondía pero que se desarrolló en unos estilos de vida que permite seguir teniendo esperanza en esta sociedad y en esta ciudad de Madrid".

Además, ha insistido en que desde el Ayuntamiento se está rescatando esa memoria que falta. Por ejemplo, ha indicado que se hará un gran puzzle con fotografías de los ciudadanos y se incluirá en el Ayuntamiento las memorias individuales de Madrid para que no se las lleve el viento.

"Todos queremos que un día cuando venga un abogado joven se pregunte: ¿Quiénes fueron? Que su memoria no quede olvidada. Yo siempre hablo de la vida. Sabemos que la manera en la que nuestros compañeros la diseñaron era una vida que fue la causa de la muerte. Y eso es lo que recordamos", ha dicho.

SUS NOMBRES EN EL CORAZON DEL ICAM

En su discurso, Sonia Gumpert ha destacado que con la placa que hoy se ha descubierto en la entrada de la sede del colegio se quiere "levantar sus nombres en el corazón" de los abogados para que nadie olvide lo que hicieron, dado que fueron "el exponente de lo más digno".

Asimismo, Alejandro Ruiz-Huerta, ha iniciado su intervención destacando que hace 40 años se inauguró "una nueva etapa", ya que supuso "el punto de ruptura democrática más significativa en nuestro país". Además, ha querido recordar cómo el 25 de enero hubo concentraciones en el ICAM para que tuvieran un entierro digno, elogiando la labor del entonces decano Pedrol.

"Esta placa es un símbolo del fin de la violencia en un mundo asediado por la violencia. Nosotros trabajamos por la libertad y la democracia. Creemos en la fuerza del silencio, la concordia y las palabras", ha aseverado, concluyendo su intervención citando el nombre de los fallecidos en el atentado.

A continuación, Paca Sauquillo también ha querido engrandecer el papel que tuvo esos días el Colegio de Abogados de Madrid ya que "frente al miedo" logró que el entierro no pasara desapercibido y esquivó "el parcheo" que quería el Gobierno al no reconocer que era un asesinato.

"No puedo olvidar que nos sentimos arropados por su valentía", ha recalcado en alusión al entonces decano del colegio. "Con esta placa, la nueva generación de abogados no olvidará la Transición. Recordará el sacrificio que hicieron y que se intentó frustrar", ha añadido.