Colmenar ofrece una alternativa a los menores expulsados del instituto
Mediante el proyecto 'Acompañados', no estarán solos
REDACCIÓN/AGENCIAS
Los jóvenes de Colmenar Viejo que sean expulsados del instituto de forma temporal, tendrán una ayuda adicional gracias al proyecto 'Acompañados', que busca frenar el absentismo escolar.
Se engloba dentro de un programa de atención educativa a los menores sin recursos y con problemas de absentismo, que incluyecuatro iniciativas extraescolares entre las que se encuentra un nuevo programa que acompaña a los menores que hayan sido expulsados temporalmente de su centro educativo.
Clases de apoyo escolar
Este año se mantienen los problemas tradicionales, como las aulas de apoyo escolar para los niños de Primaria y Secundaria que necesiten “mejorar su rendimiento académico y sus competencias curriculares”, con actividades que también les ayudarán a trabajar “las habilidades sociales y la inclusión social”, explica el Consistorio.
Se trata de una iniciativa gratuita, impulsada desde la Concejalía de Educación, dirigida a niños de 6 a 16 años que estén escolarizado en la localidad.
Con esas clases de apoyo se pretende que puedan afrontar el curso con éxito, que no caigan en el absentismo escolar y que eviten “problemas de relación” con sus compañeros y familias.
Acompañados: para alumnos de la ESO y sexto de Primaria
La novedad de este año es precisamente que, a las actividades que ya vienen desarrollándose con anterioridad, se suma ahora el programa ‘Acompañados’, que ofrece una alternativa a los menores que hayan sido expulsados temporalmente de su centro educativo.
Un educador respaldará a esos menores y les ayudará a realizar las tareas académicas programadas por el centro para el periodo de expulsión, favoreciendo que mantengan el ritmo académico.
Por otro lado, se prorroga el plan de “educación de calle”, un proyecto socioeducativo que consiste en la realización de actividades lúdicas para “ocupar el tiempo libre de los jóvenes” y favorecer la mejora de competencias básicas para su desarrollo integral de la personalidad, mientras “trata de evitar el fracaso y el absentismo escolar, así como conductas antisociales”.
En la misma línea, se mantiene a la figura del “educador de absentismo”, por el que un profesional intervendrá con los alumnos que acostumbran a faltar a clase, así como con sus familias para ofrecerles apoyo y ayudarles a tomar conciencia del problema.