Comienza el juicio contra el dominicano acusado de matar a su pareja en Brunete
Ocurrió hace dos años y le asestó a, Ana Martinez, 82 puñaladas
La Federación de Asociaciones de Mujeres Separadas y Divorciadas ha pedido hoy que caiga la "máxima justicia" sobre el acusado de asesinar a Ivana S.F., que murió tras recibir cerca de 82 puñaladas en enero del año pasado, en la localidad de Brunete.
Así lo ha solicitado Ana María Pérez del Campo, la presidenta de esta asociación que se presenta como acusación popular en el juicio a Sergio G.M., que se enfrenta a veinte años de prisión de acuerdo con la solicitud del Ministerio Fiscal.
Antes de comenzar la elección del jurado popular -nueve miembros y dos suplentes- que deberá decidir la culpabilidad o la inocencia del procesado, Pérez del Campo se ha concentrado a las puertas de la Audiencia madrileña junto a varias decenas de mujeres, todas ellas vestidas de negro en homenaje a las mujeres víctimas de violencia de género.
La presidenta de la citada federación ha recordado que el presunto agresor tenía denuncias y condenas de su primera esposa, aunque Ivana, con la que mantuvo una relación de menos de un año, no llegó a denunciarlo nunca.
Sin embargo, Pérez del Campo ha comentado que "hay que juzgar la conducta del agresor y no la de la víctima", y ha aconsejado cuidado a las mujeres que entablen una relación sentimental con un hombre con antecedentes por malos tratos.
"Se salvó la primera -la esposa-, pero no la segunda", ha resaltado Ana María Pérez del Campo, que ha añadido que considera que los maltratadores "se consideran impunes".
"Si no reciben una sanción a la conducta que perpetran el mal se va a reiterar", ha avisado.
La muerte de Ivana se produjo el 21 de enero de 2010 cuando su exnovio acudió a su domicilio, en la calle Cardeñas de Brunete y la atacó con un arma blanca, produciéndole una herida.
La víctima consiguió zafarse de su agresor y abrir la puerta de su piso para pedir socorro, momento en que el acusado se lo impidió, tirándola al suelo y apuñalándola hasta en 82 ocasiones con diferentes armas cortantes.
Ivana sufrió heridas por diversas partes del cuerpo, nueve de ellas en el cuello, seis en la cabeza y cara y veinte en el tórax; una de las puñaladas le atravesó el corazón, provocándole la muerte inmediata.
La mujer, de 37 años, estaba divorciada y vivía con sus dos hijas, de 10 y 11 años de edad, de quienes tenía la guardia y custodia compartida con el padre de las menores.
El acusado se encuentra en prisión provisional desde el día siguiente al suceso.
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