Cómo era el conde presunto asesino de Serrano: de los malos tratos a las pasión por las armas
Fernando González de Castejón y Jordán de Urríes había maltratado a su propia madre y practicaba el tiro al blanco en el patio interior de la casa
REDACCIÓN
La mayoría de vecinos ya habían denunciado las 'excentridades' del conde y marqués. Fernando González de Castejón y Jordán de Urríes, conde de Atarés, era conflictivo. A veces salía al patio a practicar con sus armas. Utilizaba unas dianas y perdigones. Todos los que le reprochaban esta actitud, terminaban discutiendo con él.
Durante la pandemia, esta relación 'vecinal' se había enturbiado más aún. Algunos de ellos aseguran que además había comenzado a beber.
Casado y con una hija de 10 años (que no estaba en la casa en el momento del suceso), ya había ido denunciado por malos tratos en 2009, pero no por su pareja, sino por su propia madre. Y por su hermana. Ambas consiguieron una orden de alejamiento. Unos años después, en 2018, la denuncia por maltratos fue interpuesta por su mujer, aunque luego la retiró.
En el barrio también era conocido. Algunos vecinos aseguran que ponía fotos de Franco y Hitler en el patio y que tenía en su vivienda una vitrina llena de armas.
Avisados por el portero
La Policía Nacional acudió este lunes al número 205 de la calle Serrano, alertados por una llamada: el portero de la vivienda aseguraba haber visto a través de la ventana el cuerpo de una mujer en medio de un chanco de sangre.
Los agentes no se encontraron uno, sino tres cuerpos: el de la mujer del conde, Gema, de 44 años (con un tiro en la cabeza), el de una amiga de esta, de 70 años de edad, y el del propio conde (que presuntamente se habría suicidado tras el doble crimen).
Al parecer, la amiga de la mujer de González de Castejón había acudido hasta la casa para ayudar a la mujer a recoger sus enseres. Su intención era irse de allí.
La hija de la pareja acababa de regresar de un viaje de París y en ese momento no se encontraba en la vivienda.
Si se confirma esta hipótesis de asesinato por violencia de género, Gema sería la vigésima mujer asesinada por su pareja o expareja durante 2022.