La Universidad Complutense de Madrid ha presentado hoy el protocolo para adecuar el departamento donde se hacinaron los cadáveres donados para la investigación a las normas establecidas por la Inspección de Trabajo, que implicará paralizar de manera indefinida la actividad en las dependencias. La universidad ha presentado un plan que incluye, en primer lugar, contratar a una empresa externa para retirar definitivamente todos los restos humanos acumulados, algo que "lleva su tiempo" dado que hay en el departamento agentes químicos y biológicos que deben manejarse con sumo cuidado, según el responsable de Universidades de la Federación de enseñanza de CCOO, Santiago Cuesta.
Representantes de la universidad han mantenido una reunión con la Inspección de Trabajo, que decretó la suspensión de la actividad relacionada con el tratamiento de cadáveres donados para formación y clausuró el horno donde se incineraban los restos, en la que han acordado las próximas líneas de actuación ante el hacinamiento de unos 250 cadáveres en malas condiciones de salubridad. Una vez retire los restos, la universidad pondrá en marcha un plan de prevención de riesgos químicos y biológicos, y hará además un seguimiento de salud a los trabajadores del departamento ya que en algunos empleados se han detectado niveles anómalos de formol, ha explicado a Efe Santiago Cuesta.
En tercer lugar se adecuará el centro de trabajo a la legislación para lo que habrá que "cambiar todo el método de trabajo" y "todo el protocolo hasta que llega un cuerpo hasta que sale del departamento", según ha explicado el responsable sindical, que calcula que el departamento estará cerrado al menos hasta septiembre. Los cadáveres estaban hacinados en el Departamento de Anatomía y Embriología Humana II de la Facultad de Medicina, adonde acudieron funcionarios de la Inspección el pasado martes y decretaron la paralización de los trabajos de manipulación de los cuerpos por riesgo para los trabajadores.
A la reunión de hoy ha asistido el hasta esta semana director del Departamento de Anatomía y Embriología Humana II de la Facultad de Medicina, José Ramón Mérida, a quien se han pedido explicaciones de por qué vulneró la orden que paralizaba la actividad. Una vez ha informado sobre esta cuestión, el exdirector ha abandonado la reunión por petición expresa de la Inspección de Trabajo. En el encuentro estaban además el gerente de la universidad, los delegados sindicales de prevención, y miembros del departamento de Prevención del centro universitario, según la versión del representante sindical.
LA GUARDIA CIVIL INTERCEPTA CADÁVERES EN ARGANDA
La Guardia Civil ha interceptado varios cubos con restos de cadáveres descuartizados en una nave de Arganda del Rey (Madrid) a donde fueron llevados ayer desde unas instalaciones de la Universidad Complutense madrileña supuestamente de forma irregular, lo que ha comunicado al Juzgado de guardia. La interceptación ha sido fruto de una inspección realizada a raíz de la denuncia recibida en la Guardia Civil y la misma ha sido comunicada al Juzgado por si pudiera haberse producido falsedad documental ya que los cubos estaban supuestamente mal etiquetados como residuos pero no como restos humanos, por lo que han quedado inmovilizados, según han confirmado fuentes de la Guardia Civil.
Tras una información publicada por el diario El Mundo el lunes pasado la Universidad Complutense informó de la apertura de un expediente para aclarar el hacinamiento de cadáveres en el Departamento de Anatomía y Embriología II de la Facultad de Medicina. Según ha adelantado hoy el mismo periódico agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil interceptó ayer el cargamento de cadáveres troceados que salieron de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid el miércoles pasado.
Al parecer a primera hora de ese día se habían trasladado unos contenedores con restos de los cuerpos que se hacinaban en el departamento de Anatomía II, precintado un día antes por la Inspección de Trabajo. Un camión de la empresa que tiene la contrata de recogida de residuos peligrosos en la Complutense se llevó hacia las nueve de la mañana 26 cubos azules de 60 litros de capacidad cada uno ya precintados en la Facultad a una nave industrial de Arganda.
La nave, de una empresa de gestión de residuos químicos y biológicos, recibió los cubos que iban a ser tratados conforme a los residuos denominados como de clase 6, los llamados citotóxicos, es decir, los que pueden ser portadores de enfermedades infectocontagiosas. Ante las sospechas de que en los cubos había restos humanos y que por tanto no deberían haber sido gestionados como residuos de clase 6 los agentes del Seprona detuvieron el cargamento en la nave de Arganda antes de que partiera hacia Tarragona, donde en principio iban a ser trasladados los cubos para su incineración, según fuentes citadas por El Mundo.
Finalmente, los agentes hallaron restos humanos en catorce cubos gracias al uso de un escáner de rayos X, precintaron todos los recipientes y comunicaron el hecho al Juzgado de guardia de Arganda.