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La Consejería de Educación y Empleo de la Comunidad de Madrid va a cambiar el baremo que regula la admisión de alumnos en los centros públicos, con el reforzamiento de aspectos como que las familias reciban la Renta de Mínima de Inserción (RMI) o tener hermanos en la misma instalación.

El nuevo baremo se aprobará en breve mediante una Orden y entrará en vigor para el curso 2012-13.

Los cambios afectarán tanto al sistema de zonas de escolarización como a los criterios de admisión de los centros educativos.

En el primer punto se trata de avanzar hacia una promesa que hizo Esperanza Aguirre antes de las elecciones autonómicas de mayo pasado, cuando propugnó que los padres podrán elegir libremente el colegio de sus hijos independientemente de la zona en la que residan.

El modelo llegará el próximo curso a 164 de los 179 municipios de la Comunidad (el 91,6 por ciento) y en 2013-14 se implantará de forma definitiva en toda la región.

Por lo que respecta al baremo para la admisión de alumnos, la Orden establecerá que todas las familias, independientemente de la localidad y la zona en la que vivan o trabajen, sumarán puntos por domicilio en cualquier centro que soliciten de la Comunidad de Madrid.

Eso supone cuatro puntos a todas las familias que soliciten un centro educativo que esté en la zona de influencia de su domicilio o lugar de trabajo y dos puntos si eligen cualquier otro centro de la región madrileña.

Hasta ahora el criterio era de cuatro puntos por zona de influencia al domicilio o lugar de trabajo, dos puntos por ubicarse en la zona limítrofe del mismo municipio y cero para el resto de zonas y localidades de la región.

El nuevo baremo eleva hasta ocho puntos los que obtienen los aspirantes a entrar en un centro en el caso de tener algún hermano ya matriculado o bien que trabaje en él alguno de los padres.

La normativa prevé que a partir del ejercicio 2012-13 las familias que reciban la RMI sumarán dos puntos a la hora de elegir el centro educativo.

Esta fórmula quiere asegurar el principio de igualdad de oportunidades y evitar el fraude y la concentración de alumnos por el nivel de renta.

La próxima Orden de Admisión eliminará el punto que sumaban en su admisión los alumnos celiacos, puesto que la Ley de Seguridad Alimentaria, en vigor desde 2011, ya exige a los centros que cuenten con menús adaptados para esos alumnos.

No se registrarán modificaciones en la puntuación por discapacidad, familia numerosa o en el que otorga la dirección del centro en función de otras circunstancias que sean justificadas con criterios públicos y objetivos.

Una novedad más es que desde el próximo curso se eliminará la adscripción única de colegios a institutos.

AGUIRRE NO QUIERE BAREMOS QUE PENALIZAN A FAMILIAS A LA HORA DE ELEGIR CENTRO

La presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, ha manifestado hoy que su Gobierno "está decidido" a dar a los padres plena libertad para elegir el centro donde quieren que estudien sus hijos, sin que se vean "penalizados" por un baremo como el actual, que favorece la proximidad al domicilio familiar.

Así lo ha indicado hoy Aguirre antes de inaugurar un congreso sobre Excelencia empresarial y en relación el nuevo baremo de la Consejería de Educación y Empleo para regular la admisión de alumnos en los centros públicos, que se aprobará en breve y entrará en vigor el curso 2012-13.

"Estamos decididos a que los padres tengan la libertad de elegir a qué colegio quieren llevar a sus hijos", ha subrayado Aguirre, según la cual se trata de "no penalizar" a las familias que "no tienen la fortuna de poder vivir cerca del colegio al que le gustaría llevar a sus hijos".

Para la presidenta, "lo importante" es que los padres y madres de los alumnos puedan tener los puntos necesarios para acceder a los centros escolares donde prefieren que estudien sus hijos, "sin que cuente el lugar donde está el domicilio".

Según Aguirre, la puesta en marcha del nuevo sistema de baremación "tiene muchas complicaciones", por lo que no comenzará "este curso, el que empieza ahora en septiembre, sino el que viene".

Los sindicatos CC.OO. y UGT de Madrid han rechazado el área única educativa del Gobierno regional porque "favorece la segregación, la desigualdad social y beneficia a los centros concertados", mientras que para las asociaciones católicas y de centros privados la medida favorece la igualdad de oportunidades.