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La Comunidad de Madrid fortalece la imagen de los vinos producidos en la región, cada vez más consumidos por su valor diferencial en calidad, innovación, vanguardia y prestigio. Así lo destacó hoy el vicepresidente regional y consejero de Cultura y Deportes, Ignacio González, tras visitar una bodega en Pozuelo de Rey y conocer, junto a la consejera de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Ana Isabel Mariño, el laborioso proceso para elaborar estos caldos madrileños.

“El sector vitivinícola madrileño ha sabido posicionarse sobre la base de la calidad. Nuestros vinos son competitivos en precio, y el sector está innovando de forma permanente, para aportar nuevas variedades de uva y adaptarse al gusto actual de los consumidores”, señaló González, destacando “el apoyo y el compromiso firme de la Comunidad de Madrid al esfuerzo de agricultores y productores de vino con Denominación de Origen para promocionar la calidad de nuestros caldos”.

El Ejecutivo regional no sólo respalda al sector vitivinícola madrileño en la promoción (participación en certámenes para reforzar la imagen de marca, rutas enológicas, colaboración con el sector de la restauración, etc.), sino también en investigación y desarrollo, aspectos esenciales para ganar mercado y presencia en los canales de distribución, restaurantes y

profesionales. Así, la Comunidad ha realizado estudios de posicionamiento de los vinos de Madrid, cuyas conclusiones se trasladan al sector para orientarle hacia donde puede abrir nuevos mercados, mejorar la imagen y la comunicación, o conocer hacia dónde se mueve la demanda de consumo.

También, a través del Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA), se hacen decenas de investigaciones para mejorar los cultivos y su rentabilidad, se estudian las variedades más apropiadas, se recuperan variedades de vid autóctonas, se evalúa la resistencia a las enfermedades y el estado de las vides, y se asesora en el control riguroso de toda la elaboración para mejorar la calidad final de producto.

45 bodegas en la Denominación de Origen Los vinos de Madrid ya se han situado en el octavo lugar por comercialización en el mercado madrileño –sobre todo entre los consumidores más jóvenes–, y el 80% de los restaurantes de mayor prestigio de la región ya cuentan en sus cartas con caldos madrileños.

Además, cerca del 30% de las ventas, ya se exporta al extranjero, un mercado en expansión, con un notable grado de penetración en los mercados europeos, especialmente en Alemania (el 25% del total exportado) y Bélgica (el 7%). También en Estados Unidos (24%), y cada vez

se entra con mayor fuerza en Japón y China.

En la Comunidad de Madrid hay 16.000 hectáreas de cultivo de vino que abarca 58 municipios del sur de la región agrupados en tres subzonas (Arganda, Navalcarnero y San Martín de Valdeiglesias). Algo más de la mitad se destinan a producir vino con Denominación de Origen.

“La Denominación de Origen ‘Vinos de Madrid’ es bastante joven, pero ya agrupa a 2.500 viticultores y 45 bodegas; su principal característica es su dinamismo y su capacidad para reinventarse y ofrecer un producto de categoría a los consumidores, fortaleciendo una imagen, una marca, y, sobre todo, un producto”, detalló el vicepresidente regional.

El año pasado se produjeron en la región 3,3 millones de botellas sobre todo de las variedades Malvar, Airén, Tempranillo y Garnacha. “Este sector da trabajo directo a cerca de 3.000 personas, contribuye a fijar la población a los núcleos rurales, donde es una de las principales fuentes de

riqueza, y ayuda a preservar el medio ambiente y cuidar el paisaje”, añadió

González.

El sector agroalimentario emplea a 20.000 personas La producción de vino se enmarca en un sector, el agroalimentario, importante en la Comunidad de Madrid. “Somos la séptima región española

en importancia dentro del sector agroalimentario, que emplea a 20.000 personas en más de 1.500 empresas y aporta el 8,5% al valor de la agroalimentación nacional”, explicó el vicepresidente regional.

Madrid es un foco para la instalación de empresas nacionales e internacionales de alimentación, como principal centro de distribución de España y donde se concentra el mayor nivel de consumo.

Los dos pilares del Ejecutivo regional en su política agroalimentaria son el estímulo de la calidad como elemento diferencial y el apoyo a la actividad productiva. “En 2012 destinamos más de 2,8 millones de euros en la modernización de las explotaciones agrarias y ganaderas, y desde 2007 14,2 millones de euros al impulso y modernización de la industria agroalimentaria”, detalló González.