La pobreza tiene cara de mujer y para permitir la inclusión social, la Comunidad de Madrid ha puesto en marcha iniciativas que permiten luchar contra la discrimianción. Medidas como cursos de alfabetización digital o cursos dirigidos a formadores que trabajan con mujeres en situación de vulnerabilidad.
Mujeres inmigrantes y españolas desempleadas acuden a clase en el centro de participación e integración de Arganzuela. Les enseñan a manejarse con el ordenador.
La Comunidad de Madrid cuenta con ocho centros como éste donde se realizan 50.000 atenciones al año. El objetivo es favorecer la inclusión social de las mujeres que sufren más la pobreza que los hombres. En la región un 60 por ciento de los beneficiarios de la renta minima, entre 400 y 700 euros, son mujeres.
Para evitar la discriminación también se forma a los formadores que trabajan con persoans en riesgo de exclusión. En este curso medio centenar de profesionales de las distintas administraciones y ONG aprenden conceptos como perspectiva de género para analizar las necesidades de las mujeres en situación de vulnerabilidad.
Los cursos forman parte del plan de la Comundiad de Madrid de inclusión hasta el año 2021.