La Comunidad de Madrid ha puesto en marcha un nuevo protocolo de actuación, el Código Infarto Madrid (CIM), que agiliza la coordinación entre los servicios de emergencia Summa y Samur, y los hospitales y ambulatorios, para realizar cuanto antes una 'angioplastia' que permita abrir la arteria coronaria obstruida.
El protocolo, que funciona desde junio y se ha aplicado a 240 pacientes, consiste en coordinar todos los recursos para que el paciente llegue cuanto antes a uno de los 9 hospitales que cuentan con unidades Hemodinámica las 24 horas: el Gregorio Marañón, La Princesa, Ramón y Cajal, La Paz, Puerta de Hierro, Clínico San Carlos, Doce de Octubre, Fundación Hospital de Alcorcón y la Jiménez Díaz.
Es en estos hospitales donde al paciente le podrán practicar la apertura mecánica de la arteria obstruida, causante del infarto, lo que permitirá reducir tanto la mortalidad como la probabilidad de una insuficiencia cardiaca como secuela.
EL TIEMPO ES VITAL
"El tiempo, en el infarto agudo de miocardio, es vital", ha explicado el consejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty en la presentación del protocolo, que ya aplican otras comunidades autónomas con buenos resultados.
El protocolo pone en marcha un teléfono único de aviso para que, en cuanto el personal sanitario confirme que se trata de un infarto, el paciente sea trasladado al hospital con alerta de hemodinámica más cercano, donde ya le estarán esperando sin tener que pasar por Urgencias.
Mientras el paciente no llega a su destino, se le aplica un desfibrilador, por ejemplo si sufre el infarto en la calle o en un lugar público, y a continuación medicamentos fibrolíticos, que actúan como disolventes en sangre para desobstruir la arteria, pero aún así, debe ser sometido cuanto antes a una angioplastia, que es lo que realmente reduce la mortalidad y el tamaño del infarto, ha explicado el cardiólogo Pedro Sánchez Fernández.
LLAMAR AL 112
Aunque los síntomas de infarto pueden ser variados e incluso diferir según el sexo del paciente, se aconseja llamar al teléfono de Emergencias 112 en cuanto la persona observe dolor torácico, o bien ser trasladada por sus familiares directamente a uno de estos hospitales en el caso de que viva cerca, según han explicado miembros de los servicios de Emergencia que han asistido al acto.
Una vez realizada la intervención y cuando el estado del paciente lo permita, este volverá a su hospital de referencia donde le seguirán tratando, dejando así hueco a los nuevos pacientes que vendrán a estos nueve hospitales.
En la Comunidad de Madrid se registraron el año pasado 5.306 infartos, con resultado de 328 fallecimientos, lo que supone un 6,8% del total.
Además, se ha detectado que, pese a los recursos existentes en la región, un 33% de los infartados -uno de cada tres- no recibía angioplastia, porcentaje que se pretende reducir hasta fin de año a uno de cada cuatro pacientes gracias a la extensión del protocolo, que ya funciona como programa piloto y ahora se amplía.
PROTOCOLO ESPÉCIFICO DE LA SANIDAD MADRILEÑA
El jefe de Cardiología del Hospital de Fuenlabrada, Joaquín Alonso, ha agradecido a todos los actores que participan en el protocolo, un equipo multidisciplinar que incluye a los servicios de emergencia, las unidades de cardiología intervencionista, y los médicos de Atención Primaria.
Después del verano, la Consejería de Sanidad tiene previsto lanzar una campaña de concienciación a los ciudadanos sobre cómo actuar, para evitar casos como, por ejemplo, que el paciente sienta dolor en el pecho y vaya caminando a su centro de salud, como ya ha ocurrido.
Según datos de la consejería, un 30 por ciento de los afectados han acudido directamente a hospitales que disponen de angioplastia, un 16% ha acudido a hospitales que no cuentan con este servicio y un 12% se ha dirigido a su centro de Atención Primaria.
"Este protocolo es un logro en la sanidad madrileña, marca un antes y un después a los que sufran un infarto", ya que garantiza una mejor calidad y una mayor celeridad gracias al teléfono único de coordinación interna, ha apostillado Lasquetty.