La Comunidad de Madrid ha invertido 5,5 millones de euros en la recuperación de unas 200 hectáreas del Parque de Peñalara, en la sierra de Guadarrama, que tras quince años de trabajo ha permitido la restauración ambiental de la zona y el desmantelamiento de la antigua estación de esquí.
El presidente de la Comunidad, Ignacio González, y el consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Borja Sarasola, han visitado hoy la zona para comprobar de primera mano la restauración, y con las explicaciones de los trabajadores del Parque han podido conocer el antes y el después de los trabajos.
González ha celebrado la restauración de la zona, que ha permitido la recuperación de fauna y flora y, a la vez, que siga siendo un lugar para uso recreativo de los madrileños.
"Tenemos que hacer compatible el uso y disfrute de los espacios naturales y su preservación con el disfrute deportivo", ha apuntado González cuando ha sido preguntado en una visita a Valcotos si el Gobierno regional iba a limitar la actividad deportiva en la sierra cuando se aprobase el Parque Nacional el año que viene.
Según González, no le parece "nada mal" que se puedan compatibilizar ambas cosas. "Creo que lo que hay que garantizar es que se proteja pero al mismo tiempo se puedan realizar todas aquellas actividades que no pongan el riesgo el valor medioambiental de la zona pero nos permita el disfrute de ellas", ha insistido.
En este sentido, González ha indicado que el Parque Nacional de las Cumbres de la Sierra de Guadarrama será el quinto parque en extensión más grande en España, con una zona de 33.000 hectáreas y con otra de incidencia protegida de unas 63.000 hectáreas más. Se trata, ha dicho, de un entorno natural "importantísimo" a "prácticamente" media hora de la capital, "cosa que es difícil encontrar en otras grandes capitales del mundo".
En el caso de Valcotos, el presidente madrileño ha explicado que se ha recuperado la zona con vegetación autóctona, para, por una parte, garantizar la conservación, y por otra, preservar el uso y disfrute de esta zona por parte de los madrileños que quieran realizar algunas prácticas deportivas como el senderismo, la escalada o alguna modalidad de esquí.
"Hacemos esta política compatible con el mantenimiento de los aprovechamientos que también son necesarios en esta zona protegida para poner en valor la misma y permitir alguna actividad económica de los pueblos que necesitan generar sus recursos para mantenerse", ha considerado González.
Así, ha indicado que la Comunidad está trabajando en la recuperación del Puerto de Navacerrada, en las instalaciones deportivas de Navacerrada y de Valdesquí, en la posibilidad de las conexiones entre ellas, "preservando dentro de las protección medioambiental pero ayudando a hacer de ellas una zona atractiva de esquí".
"Esa es la dirección en la que vamos a caminar en los próximos años", ha aclarado el dirigente autonómico, quien ha señalado que aunque "proteger y recuperar el patrimonio ambiental" es su "prioridad", el objetivo es que la zona se pueda convertir también "en un polo de atracción turística para la región".
Ignacio González ha podido comprobar, a través de un vídeo y de paneles explicativos, cómo se ha transformado una zona donde antes había seis pistas de esquí, remontes, telesillas o construcciones que deterioraban el paisaje, en una montaña reforestada con accesos y aparcamientos ordenados, miradores y senderos señalizados.
Los trabajos de recuperación de la zona comenzaron en 1998, e implicaron el desmantelamiento de seis pistas de esquí, seis kilómetros de remontes y 20 edificaciones, actuaciones en las que la Comunidad ha invertido 5,5 millones de euros.
Hoy, en su lugar, se han plantado 100.000 árboles y plantas, empleando únicamente material vegetal autóctono del Parque de Peñalara para que la regeneración de la flora tuviera un aspecto igual al de las zonas colindantes no alteradas.
Sólo en el entorno de la Laguna Grande, núcleo de Peñalara, se ha conseguido una revegetación del 94%, cuando antes había desaparecido casi por completo, ha explicado la Comunidad.
No obstante, según ha remarcado González, en los trabajos se ha querido garantizar que los ciudadanos puedan seguir utilizando con fines recreativos la zona, y para ello se han reequipado las zonas de escalada, se ha regulado el montañismo o se han controlado los grupos organizados y los accesos en coche.