La Comunidad de Madrid ha recibido esta mañana a los 64 niños saharauis y las 300 familias madrileñas participantes en el programa 'Vacaciones en paz', en un acto en el que varios niños portaban carteles con la leyenda "Libertad para los presos políticos de Gdeim Izik. Viva un Sahara libre". "Es un aprendizaje único para todos, es una forma de crear un puente entre culturas y manifestar los deseos de paz y solidaridad que todos compartimos", ha indicado el consejero de Políticas Sociales y Familia, Carlos Izquierdo, quien ha sustituido en el acto a la presidenta de la Comunidad, Cristina Cifuentes.
El delegado del pueblo saharaui en España, Abidin Bucharaya, ha destacado que las organizaciones luchan día a día por restablecer la paz y la libertad en el norte de África y ha agradecido a las familias madrileñas su gesto de "abrir sus hogares". "En los campos de refugiados se alcanzan temperaturas de hasta 50 grados. Queremos que los niños vean que hay otras puertas en la vida, que no todo es la dureza del desierto", ha subrayado Bucharaya.
Bucharaya también ha apostado por educar a los pequeños en valores para que se forme una generación tolerante: "Con independencia del color, la procedencia o la cultura todos vivimos encima del globo terráqueo".
Durante el acto, varios niños portaban carteles en los que se podía leer 'Libertad para los presos políticos de Gdeim Izik. Viva un Sahara libre', y los gritos en favor de la causa han sido constantes a lo largo del acto.
Al recibimiento también ha acudido el presidente de la Federación de la Comunidad de Madrid de Asociaciones Solidarias con el Sáhara (FEMAS-Sáhara), José Luis Sampedro, quien ha recordado la situación "complicada" que se vive en la actualidad en el Sahara. "Pedimos a la Comunidad que nos ayudara con los temas de protocolo y este año todo ha sido más fácil", ha reconocido Sampedro.
El consejero de Políticas Sociales ha recordado que la Comunidad de Madrid ha destinado en 2017 60.000 euros a partidas de ayuda alimentaria al pueblo saharaui, una promesa que Cifuentes había hecho hace un año.
El 19 de julio pasado, el Tribunal de Apelación de Salé, ciudad vecina de Rabat, confirmó las penas a 23 procesados en el macrojuicio de Gdaim Izik, después de que el Tribunal de Casación revocase las primeras dictadas por el Tribunal Militar en 2013 y ordenase su repetición. Se trata de las personas procesadas por su implicación en la muerte de once agentes marroquíes en unos disturbios registrados en 2010 durante el desmantelamiento del campamento de Gdaim Izik, en las afueras de El Aaiún.