Condenado a doce años de cárcel un hombre con vinculación a un grupo nazi por intentar matar a otro

La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a 12 años de cárcel a un hombre vinculado a un grupo nazi por intentar matar a otro por motivos ideológicos, unos hechos que ocurrieron en marzo de 2016 en un bar de la localidad madrileña de San Sebastián de los Reyes.

Luis Alberto G.S. ha sido condenado a ocho años de cárcel por un delito de tentativa de homicidio y a cuatro años por un delito de lesiones, que le causó a otra víctima. En ambos concurre la circunstancia agravante de discriminación ideológica.

También deberá indemnizar a las víctimas con 28.577 euros y 4.238 euros, respectivamente. En el juicio, tanto la Fiscalía como la acusación pidieron que fuese condenado a 16 años de prisión como autor de dos delitos de tentativa de homicidio.

Según los hechos probados en la sentencia, a la que ha tenido, la madrugada del 5 de marzo de 2016 Luis Alberto G.S., conocido como "Fofy", se encontraba junto a unos amigos en un bar de San Sebastián de los Reyes.

Esa noche, los dos hombres tuvieron un enfrentamiento verbal y un forcejeo con una pareja que estaba en la puerta del establecimiento, lo que provocó que Luis Alberto G.S. saliese del local acompañado por otras personas, ante lo que las víctimas huyeron.

El condenado y sus acompañantes les persiguieron al grito de "rojos", "Hitler fans" o "venimos de Madrid a mataros", pues les identificaron por su estética y por anteriores enfrentamientos como personas de extrema izquierda.

Usaron armas blancas en el ataque

Finalmente les dieron alcance y comenzaron a agredirles con distintos instrumentos peligrosos que portaban, como cuchillos, un destornillador y un cúter.

Una de las víctimas fue inmovilizada en el suelo y el acusado, según refleja la sentencia, se puso "de rodillas encima de aquel y, con ánimo de acabar con su vida, intentó clavarle con fuerza en el pecho el cuchillo que portaba".

La víctima trató de evitar que el cuchillo le alcanzase el pecho sujetando el arma con sus propias manos, lo que le provocó grandes cortes en las mismas, mientras los otros agresores le propinaban puñetazos y patadas en la cabeza.

La otra víctima, tras desprenderse de los otros agresores, propinó una patada al condenado con el ánimo de ayudar a su compañero, momento en que el procesado le lanzó una cuchillada que le alcanzó en la cara, causándole un corte en la cara.

Esta sentencia no es firme y puede ser recurrida ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Madrid.