El plan Madrid Puerta Norte contempla un gasto de 566 millones de euros para los propietarios del suelo sobre los que se levantaría la operación (principalmente el Ministerio de Fomento), además de 30 millones imputables a la Comunidad por el desarrollo de una estación de metro y 168 al Consistorio para la reforma de los nudos de Manoteras y Fuencarral.
Estos datos constan en el presupuesto del proyecto con el que el Ayuntamiento aspira a sustituir la antigua Operación Chamartín y que, según insiste el delegado de Desarrollo Urbano Sostenible (DUS), José Manuel Calvo, en la práctica no supondrá gastos para las Administraciones puesto que "los aprovechamientos urbanísticos superan ampliamente los costes".
Ese proyecto, que plantea reducir a la mitad el área urbanizable (1,7 millones de metros cuadrados) y de 17.000 a 4.600 el número de viviendas construibles, es un "punto de partida" para comenzar el diálogo con el Ministerio de Fomento, la Comunidad de Madrid y el Distrito Castellana Norte -BBVA y San José-, promotor del anterior plan.
En el ámbito sur, junto a la estación de Chamartín, el equipo de la alcaldesa Manuela Carmena pretende proyectar una gran área de Actividad y Negocios con 408.000 metros cuadrados de oficinas y cercana a las Cuatro Torres, aunque para ello necesita suscribir un consorcio urbanístico con el Gobierno central.
La propuesta municipal, explica, "reconsidera" las infraestructuras del anterior plan para hacerlo "más razonable, sostenible y racional". "Son Adif -dependiente del Ministerio de Fomento- y el Ayuntamiento los que más coste tienen que asumir, pero quiero que quede muy claro: la renovación de la estación de Chamartín y de los nudos Norte y Fuencarral se financia a coste cero para los ciudadanos", asegura.
Según el presupuesto general al que ha tenido acceso Efe, la actuación en el nudo norte costaría 110 millones de euros al Ayuntamiento y permitiría conectar la Castellana con el barrio de Begoña y Fuencarral con dos nuevos túneles, mientras que el nudo Fuencarral costaría casi 68 millones.
A la Comunidad de Madrid se le imputan los 30 millones de euros que constaría la nueva estación de Metro, mientras que los propietarios (Adif en su mayoría) financiarían la cubrición de las vías (74 millones), los gastos de urbanización que incluye las zonas verdes (333 millones) y los gastos de afección a edificaciones existentes (159 en total).
La Comunidad de Madrid, asegura José Manuel Calvo, tendría que asumir la renovación del Canal de Isabel II -cuyas instalaciones no se trasladan, a diferencia del plan anterior- y "la construcción de la estación de Metro que se propone" entre las estaciones de Las Tablas y Montecarmelo.
"Hago un paréntesis para explicar que lo tendría que asumir de todos modos; una sentencia dice que la imputación de los costes a los promotores privados era ilegal. E insisto: no es un proyecto cerrado sino un documento de bases para pactar", dice sobre la cuantía que correspondería al Gobierno regional, "bastante inferior" a la de la operación anterior.
A juicio del concejal madrileño, con este proyecto el Ayuntamiento ha marcado "claramente sus prioridades": la reforma de las infraestructuras que en la anterior propuesta se postergaban. "Nosotros no hemos dicho: 'Esto es el proyecto cerrado, ¡tramítalo!' Tenemos estrategias sobre cómo debe desarrollarse el norte de Madrid y ahora vamos a abrir un diálogo con los agentes implicados", explica el concejal madrileño.