Cuando la Navidad no es tu plan y prefieres huir de ella en Madrid

Si lo tuyo no es la Navidad y te gustaría evadirte de estas 'fechas tan entrañables' pero andas corto de fondos, te ofrecemos varias posibilidades para alejarse de lo que se avecina en breve.

No hace falta salir de la Comunidad de Madrid para reencontrarse con la tranquilidad y huir de la vorágine de las compras, las cenas y comidas copiosas o las complicadas reuniones familiares.

El entorno rural, natural y monumental que la región ofrece permite pequeñas escapadas de un fin de semana, de un día o unas horas. En coche, en transporte público, en bici, caminando...o en burro.

SOÑAR EN PUEBLA DE LA SIERRA

Puebla de la Sierra (Sierra Norte de Madrid) es sinónimo de tranquilidad y de arte en medio de la naturaleza. El museo Valle de los Sueños impulsado por el artista local Federico Eguía reúne al aire libre un conjunto de piezas de diversas técnicas y estilos.

Son más de 100 esculturas de artistas nacionales e internacionales que surgen a nuestro paso en diversos lugares de la localidad. Puebla está enclavado en la Reserva de la Biosfera de la Sierra del Rincón, reconocida por la UNESCO.

Sus casas de fachada de piedra son una buena muestra de la arquitectura tradicional de la Sierra Norte reconocida por Naciones Unidas que merece por si sola la visita a este pueblo

Si se completa con el arte tanto del Valle de los Sueños como del Museo Japonés o con un paseo por la Senda de los Robles Centenarios, habremos casi cerrado el programa.

Y decimos casi, porque Puebla guarda en mitad del monte una sorpresa. Una silla gigante, obra de dos artistas gallegos que en su tierra no fue comprendida y encontró refugio aquí. Contemplar el enorme asiento bien merece el cómodo paseo que hay que darse.

CON GENARO POR EL ATAZAR

Los parajes y pueblos en torno al embalse de El Atazar están unidos por la Senda del Genaro, también en la Sierra Norte. El camino tiene 7 etapas, está bastante bien marcado y se puede hacer en 2, 3, 4 o los días que quieras.

'El Genaro' pasa por El Berrueco, Patones, El Atazar, Robledillo de la Jara, Cervera de Buitrago y Mangirón. En todas las localidades hay lugares donde reponer fuerzas.

La ruta se puede hacer caminando o en bici. Para ello hay variantes en el trazado. Incluso existe la posibilidad de recorrerlo a lomos de un burro.

DE VINOS POR MADRID

No por los bares de la capital, sino por las 'capitales' de las comarcas que componen la Denominación de Origen Vinos de Madrid. Son 4 territorios bien diferenciados: San Martín de Valdeiglesias, Navalcarnero, Arganda y El Molar.

Cada uno con su zona de influencia, su tierra, su suelo, sus vientos y humedades, sus cepas y quienes sacan todo el jugo a las uvas, a veces más reconocidas en China, Estados Unidos o Europa que en la propia Comunidad de Madrid.

Para esta ruta enológica lo mejor es escoger alguna de las bodegas acogidas a la Denominación de Origen Vinos de Madrid. Hay más de 50 para elegir.

A las catas se pueden añadir buenos guisos en la oferta gastronómica de las poblaciones bodegueras y aledañas e incluso pernoctar si se presenta la ocasión.

El coche es una buena opción pero no es imprescindible para emprender estos viajes vinícolas. Hay que hacer a veces varias combinaciones de transporte público pero tal vez resulte más tranquilo y prudente que ponerse al volante. O quizás se cuente con un voluntario abstemio que nos lleve y traiga.

A LA VERA DEL TAJO

Si tienes varios días tal vez te atrevas con esta ruta que discurre por el Camino Natural del Tajo a su paso por Madrid. Se puede recorrer, por supuesto, andando pero también en bici e incluso en coche en una jornada.

Está trazado entre Estremera, en el límite entre Madrid y Castilla-La Mancha, y Aranjuez. Por el camino natural sólo se puede ir en bici o andando pero hay toda una red de carreteras para perderse y encontrar el Tajo que aparece y desaparece.

De Estremera a Fuentidueña de Tajo y luego a Villamanrique de Tajo. Se llega a Colmenar de Oreja y se acaba en Aranjuez. Es el paisaje de La Alcarria de Madrid que va convirtiéndose en el de Las Vegas de Madrid.

Marchamos con el Río Tajo a nuestro lado y los azudes y canales que hacen de esta parte de la región una enorme huerta. Un recorrido por la parte más 'marinera' de la Comunidad hasta alcanzar el Real Sitio de Aranjuez.

MADRID TIENE SU ESPACIO

Las primeras palabras del hombre al llegar a la Luna se escucharon primero en Madrid y menos de un segundo más tarde en Houston (EEUU) y en el resto del mundo.

Robledo de Chavela, Fresnedillas de la Oliva, Villanueva de la Cañada, Buitrago del Lozoya y Pozuelo de Alarcón. Cinco localidades que han sido o siguen siendo parte importante en la aventura espacial de la humanidad.

Casi todas tienen instalaciones con enormes antenas parabólicas para comunicarse con las misiones tripuladas o con sondas planetarias. También hay centros de investigación y en algunos casos podrás visitar las instalaciones.

El Complejo de Comunicaciones del Espacio Profundo de Robledo de Chavela, de la NASA y del INTA, posee uno de los campos de antenas espaciales más importantes del mundo. De hecho solo hay otras dos partes del mundo que igualen este despliegue de tecnología.

En Fresnedillas de la Oliva está el Museo Lunar. Único en Europa. Está situado en pleno casco urbano. Y si queremos ver el lugar en el que Madrid fue parte importante de los primeros proyectos de la NASA tenemos que coger la M-532 en dirección a Colmenar del Arroyo.

A poco más de 3 kilómetros desde el Museo Lunar se pueden ver las antenas de lo que fue la Base de Seguimiento Espacial de Fresnedillas, ahora adscrita a operaciones del Ministerio de Defensa.

En Villanueva de la Cañada encontramos uno de los mayores contrastes de toda la Comunidad de Madrid. En una dehesa de Villafranca del Castillo está el Centro Europeo de Astronomía Espacial de la Agencia Europea del Espacio (ESAC) y a su lado el Castillo de Aulencia, fortaleza medieval que vivió mejores tiempos a la vista de su deterioro.

Un complejo con grandes antenas parabólicas que recibe información de las misiones en el Cosmos y además almacena y analiza todos esos millones y millones de datos. El tour de ESAC es gratis, dura una hora y es muy recomendable.

Más antenas espaciales en mitad de una dehesa. Esta vez en Buitrago del Lozoya. Junto a la M-137 aún se pueden ver las enormes parabólicas de la antigua estación de comunicaciones vía satélite de Telefónica. Ya no presta servicio pero el complejo es Bien de Interés Cultural

Buitrago formó parte del enorme despliegue de la NASA en los años 60 y posteriormente sirvió para mantener a España comunicada con el resto del mundo y también poder retransmitir el Mundial de Fútbol del 82, la Olimpiada de Barcelona de 1992 o la Expo de Sevilla de 1992.

Este campo de antenas no es visitable pero desde la carretera se puede ver esta parte de la historia de las telecomunicaciones en España.

La última parada espacial es en Pozuelo de Alarcón. Es un edificio del Campus de Montegancedo de la Universidad Politécnica de Madrid.

No hay antenas ni nada que descubra que dentro está una de las instalaciones científicas más importantes de Madrid: el E-USOC. Tal vez nos dan alguna pista las letras de la fachada: Centro de Investigación y Desarrollo Aeroespacial

Casi todos los experimentos que van al Laboratorio de Ciencia de Fluidos de la Estación Espacial Internacional y que requieren un entorno de microgravedad tienen que pasar antes por el E-USOC y también después para ser analizados. Ahí es nada.

Así que ya ves. Existen multitud de alternativas para pasar estos días navideños de otra manera. Conociendo, experimentando, saboreando, aprendiendo, caminando o incluso conduciendo a lo largo y ancho de la Comunidad de Madrid.